25 años dela invasión

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LA PRENSA SÁBADO 20 DE DICIEMBRE DE 2014

COMANDANCIA. El general Rubén Darío Paredes y el coronel Manuel Antonio Noriega pasan revista a las tropas. En 1983, en su último acto como comandante de la Guardia Nacional, Paredes entregó el mando a Noriega. LA PRENSA/Archivo

1989: final y ruptura

■ La invasión acabó con la dictadura militar de Manuel Antonio Noriega y terminó con el modelo social de Omar Torrijos.

Una cantidad importante de escuelas privadas vieron sus matrículas caer, mien- tras que otras procedieron a expulsar estudiantes por el no pago de las mensualida- des en sus colegios, aunque existió un grupo excepcional de centros educativos que evitaron solidariamente afectar a sus estudiantes con el tema de la pérdida de ca- pacidad de pago. Con el desempleo en niveles nunca antes conoci- dos, Panamá se abocó a la que parecía la elección presidencial del siglo: Guillermo Endara, de la ADO-Civilista, conformada por los partidos: Liberal Au- téntico, Demócrata Cristia- no y elMolirena, contraCar- losDuque Jaén, de la alianza gubernamental Colina, inte- grado por ocho grupos, lide- rados por el PRD, Pala y el Partido Republicano, entre otros . La elección fue ganada abrumadoramente por En- dara y sus dos vicepresiden- tes, Ricardo Arias Calderón y GuillermoFord.Larespuesta del gobierno fue desatar una represiónbrutal ygeneraliza- da, que terminaría con la muerte de varios activistas opositores e, incluso, la del guardaespaldasdeGuillermo Billy Ford, cuya foto con su cara y camisa ensangrenta- dasenelparquedeSantaAna ledio lavueltaalmundoy fue la portada de la revista Ne- wsweek enEstadosUnidos.

RODRIGO NORIEGA rodrigo.noriega@prensa.com 2 5 años más tarde, y conunamezclade la inmediación de ha- ber vivido los even- tosquellevaronalainvasión, y simultáneamente, el man- tener una distancia apropia- daparaelaborarunborrador de reflexiónhistórica, la pre- gunta fundamental sigue siendo ¿por qué sucedió la invasión? Larespuestabásicaesque el entonces general Manuel AntonioNoriegay sus segui- doresprovocaronla invasión por sus torpes acciones re- presivas en contra de la opo- sición, conformada por una coalición de empresarios, profesionales, ejecutivos y lí- deres de los partidos políti- cos que adversaban a losmi- litares, sus masivas violacio- nes a los derechos humanos, el haber cancelado las elec- ciones de mayo de 1989, y la amenaza a la vida de los es- tadounidenses residentes en Panamá. Esto parece proveer una primera respuesta tentativa del cúmulo de hechos que terminarían provocando queEstadosUnidos llevaraa cabo la invasión. Debe en- tenderse que tanto norie- guistas como civilistas pro- vocaron la invasión, la cual también cumplió objetivos locales, regionales y mun- diales que Estados Unidos quería alcanzar.

El capítulo final de la dic- taduramilitarnacida el 11de octubre de 1968 empezó el 25 de febrero de 1988, cuan- do el presidente Eric Arturo Delvalle intentó destituir a Noriega, y loque logró fue su propia destitución y de paso la del vicepresidente Rode- rick Esquivel. Ensulugar seríanombra- do como “ministro encarga- do de la Presidencia” el ex líder opositor y fundador del Molirena Manuel Solís Pal- ma, a quien le tocó la res- ponsabilidad de ser el civil que llevara las riendas del Gobierno hasta que finaliza- ra el período constitucional, el 31 de agosto de 1989. A partir de las sanciones económicasimpuestasporel presidente de Estados Uni- dos, Ronald Reagan, en fe- * LAS LECCIONES HISTÓRICAS PARA LOS PANAMEÑOS DEBEN SER CLARAS Y, ADEMÁS, SE DEBE ENSEÑAR ESTE TEMA EN TODOS LOS COLEGIOS.

EJECUTIVO. Roderick Esquivel, segundo vicepresidente; Nicolás Ardito Barletta, presidente, y Eric Arturo Del Valle, primer vicepresidente en 1984. LA PRENSA/Archivo

brero de 1988, como res- puesta al derrocamiento del presidente Delvalle, la eco- nomía panameña empezó un largo colapso que prác- ticamente reduciría el pro- ducto interno bruto a la mi- tad, causaría el cierre de cientos de empresas y nego- cios, provocando el despido de decenas de miles de pa- nameños, que sumado a la escasez de alimentos y a la proliferación de largas filas en supermercados y tiendas de abarrotes empezó a ca- racterizar una economía contraída y debilitada. La situación de la econo- mía obligó a una migración demilesdepanameñosaCa- nadá, EstadosUnidos, Costa Rica, España; incluso a paí-

ses árabes y otros más que recibieron el talento y lama- no de obra panameña. Pa- ralelamente, los profesiona- les, y empresarios, obreros y campesinosquesequedaron enPanamáse reconvirtieron a cualquier actividad que pudiera producir algún in- greso, desde vendedores de frutas y vegetales hasta ven- dedores ambulantes de co- midas. Oros, con algún pa- trimonio económico, lo ter- minaron vendiendo todo a cambio de cantidades irriso- rias de dinero. Mientras que losqueeranfuncionariosde- bían sufrir pagos desconta- dos con pagarés y la parti- cipación obligatoria enmar- chas y concentraciones pro- gubernamentales.

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