MANUAL GERENCIA DE PROYECTOS DE LA CONTRSUCCIÓN

MANUAL GERENCIA DE PROYECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN

En caso de que no seamos capaces de dar una respuesta que mitigue el riesgo, deberemos aceptar el mismo en la medida que se ha cualificado y cuantificado, asumiendo el valor del impacto o bien aportando algunos recursos adicionales para hacer frente al mismo. Ante un proyecto complejo puede ser habitual la necesidad de aceptar alguno de los riesgos identificados, no forzando recursos que pueden provocar la aparición de otros riesgos no identificados o conocidos que puedan tener mayor impacto sobre el objetivo. Al igual que en el caso de los riesgos negativos podemos optar por varias respuestas en el caso de los riesgos positivos considerándolas como oportunidades de mejora del objetivo. Las respuestas tienen cierto paralelismo con las anteriores pero con un significado inverso. Ante un riesgo positivo en lugar de eliminarlo, nuestra dinámica deberá ser la de explotarlo al máximo buscando el mayor impacto posible buscando la salida más optimista posible. Con esa finalidad, sino somos capaces con nuestros recursos de alcanzar este cometido podemos compartir el riesgo, en lugar de transferirlo con el fin que un tercero obtenga explotarlo gracias a sus recursos. Si no fuéramos capaces de explotar el riesgo, deberemos buscar una respuesta que lo mejore. Al igual que con los riesgos negativos si no tenemos opción de adoptar las respuestas anteriores deberemos aceptar el riesgo con su probabilidad e impacto. La gestión de riesgos debe realizarse a lo largo del tiempo de vida del proyecto mediante el monitoreo continuo de los mismos. La supervisión, control y seguimiento de los riesgos deberá realizarse a partir de la planificación de la gestión teniendo en cuenta los hitos marcados; o bien, en el momento que los responsables del proceso lo consideren y a tenor de la evolución de los mismos. El monitoreo concluirá con el cierre del proyecto y la desaparición de la posibilidad de riesgos. La gestión de los riesgos debe ser capaz, a partir de los primeros datos, realizar un análisis del avance de los mismos que nos permita ver su evolución para poder adaptar las respuestas a los mismos a tenor de las variaciones detectadas respecto a probabilidad e impacto. Igualmente el monitoreo debe detecta la aparición de nuevos riesgos no conocidos y ofrecer respuesta a los mismos.  Reevaluar los riesgos para ver el estado de los identificados inicialmente para adaptar las respuestas, descartar los riesgos obsoletos, identificar nuevos riesgos y dar respuesta a los mismos.  Evaluar la efectividad de las respuestas propuestas y adaptarlas en caso necesario.  Analizar la tendencia de los riesgos de manera que podamos anticipar las respuestas a los mismos El proceso de monitoreo nos debe permitir por tanto: Monitoreo continuo de los riesgos 8.2.

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