CartaPastoral

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CARTA P ASTORAJ_j

Que el Iltmo. y Rvdmo.

llirige al Clero y fieles de su lliocesis

Del 13 de Agosto de I 868

LIMA IMPRENTA Y LIBRERIA DE SAN PEDRO Calle de San Pedro, n . 0 96 1896

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CARTA PASTOR.Li\_L

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Que el Iltmo. y Rvdmo.

Dirigr. al Clr,ro y fieles de su Di6cesis

Del I 3 de A gos-to de IIS6~

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LIMA IMPRENTA Y LIBRERIA DE SAN PEDRO Calle de San Pedro N. 0 96 1896 '

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I

·Nos JUAN AlllBROSIO HmmTA POR LA MISERACION DI­ VINA y GRACIA DE LA SANTA SEDE APOSTOLICA, OBISPO DE AREQUIPA. A nuestro Venerable Dean y Cabildo, d nuestro Clero Secular y Regular y d los fieles todos de nuestra muy amada Di6cesis, salud y paz en Nuestro Se­ nor Jesucristo. Remos acostumbrado dirigiros nuestra pastoral instruccibn a proposito del terremot.o que tuvo lugar el 68, y que tanto aterro a los fieles de Arequipa. Hoy con motivo de la proxima fatidica fecha, y teniendo en cuenta el mas 6 menos formidable del 14 del pasa­ do junio, queremos hablaros de otro terremoto mucho mas terrible que os amenaza y que ameriaza a nues­ tra desgraciada Patria. Las leyes que ocasionan los terremotos, aim son desconocidas. 'Dios ha entregado el mundo a las dis­ putas de los hombres (1); pero en este mismo mundo se ha reservado secretos que sin duda no seran des(1) Eclesiastes III, 11. 0ARiSIMOS RIJOS:

- 4 -cnbiertos, por mucho que sean los esfuerzos de los

calculos humanos. Dios es el "Senor de las ciencias", (1) y el hombre por masque se afane por sorprenderle en los secretos de su infinita misericordia, nun.ca ja­ mas podra comprenderla. Mas, asi como en el mundo fisico se dan terremo­ tos, hay otro en el mun.do moral que si bien no destru­ ye edificios, ocasionando ruin.as materiales, victima al­ mas matando en ellas la fe, que es el fondamento so­ bre el que esta edificado el edificio de nuestra salud para la eternidad. Se trata, hijos carisimos, de dos hechos muy gr::i­ ves por su naturaleza: la libre ensefianza del Protes­ tantismo, ostentada descaradamente en el Cuzco, y la publicacion solemne del peribdico masonico, titula­ do El Libre Pensamiento. iQue se quiere de los pobres cuzquefios? iQue pro­ testen de la Iglesia Oatolica para buscar en la Biblia que, como dice el protest~nte Vinet, no es la religion, sino el Ingar en que cada cual, puede buscar la religion que mas le cuadre? No pmide darse un desproposito mayor: primero, que sepan siquiera leer subiblia; y segundo, que tengan la suficiente instruccion para dis­ cernir lo verdadero de lo falso por si mismos, sin se­ guir a ciegas las ensefianzas del ministro protestante, que ignora lo que ensefia y que, por su propia escuela, se halla des:=tutorizado para ensefiar a otro sin titulo legal para ello. El Protestantismo en el Cuzco producira una re­ volucion moral espantosa en ese pohre pueblo, si es que Hegan a germiuar las ideas disociadoras de la doctrina protestante. E3 de temeL' este resultado, teniendo en cuenta la libertad amplia y absoluta que predica, sin consideracion alguna a los preceptos de la moral evan­ g'elica.

El Protestantismo que predica la necesidad de la fe sola sin las obras, produce, como su efecto inmedia­ to, la ruina de la fe, porque "la fe sin ohras es muertn. en si mism::i," como dice el Apostol Santiago(2); y el mis"(1) 1. 0 Reyes, II, 3. 1{2) Ep.. Cat. II, 16.

- 5 -·· mo Ntro. Senor J esucristo encarg6 a sus discipulos qne no Re contentaran con cmsefiar a los fieles, sino que les e,ncargaran la guarda de los preceptos 6 mandatos que Elles tenia dados: ''docentes eos servare omnia qum cumque mandavi vobis, operibus credite. (l) En otra or.asion, y para discernir a los que seguian sus doctri­ nas, de 1os falsos profetas, les decia: a fructibus eorum cognoscetis eos. (2) Las obras nada valen para el Pro­ testantismo, siendo asf que ellas son el todo para los catolicos. Y si discurren de una manera tan curiosa, segun su maxima favorita, "para nada sirven las obrns" ipara que afanarse por sembrar la semilla pro'testante? iSera para civilizar? iQue entienden por ci­ vilizaci6n estos buenos caballeros? Si se prescinde de la ley moral que regla los actos de la voluntad, desde lue­ go vendremos a parar en el salvajismo, y un salvaje no es por cierto un hombre civilizado; algo mas; un salvajea la moderna seria peor que un salvaje de la montafia 6 de los desiertos, por la sencilla razon de que sienclo salvaje ilustrado mas 6 menos en ciencias naturales, e ignorando por completo las leyes que ri­ guen el orden sobrenatnral, puede poner en practica con ventaja todos los recursos de su viciada voluntad para. dar pabulo a SUS brutales instintos, SO pretexto de ser elloR confol'mes a su naturaleza, como lo anun­ cian y lo predican los materialistas 6 positivistas, hi­ jos legitimos del Protestantismo. Por otra parte, esttldiese el Protestantismo en su espfritu de propaganda ique hace?, ia que se reducen los meclios que emplea? A distribuir bihlias falsificadas, y acornpafiarlas de folletos calumniosos, saturados de errores historicos contra la Iglesia Oat6Hca. Pregunte­ mo~ a un misionero protestante, iC6mo es que saben que el libro que distribnyen contiene la palabra de Dios? apelaran a la autoridad de Lutero y de los cori­ feos del Protestantismo. y iCOillO prueban estos la le­ gitimidad de esa supuesta autoridad?; ia cual de ellos es al que dAbemos dar credito, siendo asi qt.le se con­ tradicen con frecuencia en sus juicios sobre la Biblia?

(1) Mat. XXVIII, 20. (2) Mat. VII, 16.

-6­ Los cat6licos creemos, con san Agustin, que si acepta­ mos el Evangelio, y por lo nismo .todos los libro:-; del Antiguo Testamento, es porgue nos persuade de su cer­ tidurnbre la Autoridad de la Iglesia: Ego Evangeli'o non crederem, nisi me Ecclesiae moveret auctoritas. (1) Tenemos pues un criterio firme, perfectamente se­ guro en q ue apoyarnos, criterio cert,ificado por la tra­ dici6n, por la historia y por la experiencia de mil no­ vecientos afios. · Ahora resta saber a cual de las innumerables sec­ tas pertenecen los sefi.ores misioneros de\ cu~co, y si todos ellos ·estan de aGuerdo en la confesicm de un mis­ mo simbolo, porque hay que tener en cueuta el dato histbrico sigqiente: como la interpretaci6n privada

(1) De Eccl. 1, art. 2 y 3. (2) Timoteo, Ep. 1.•VI, 8.

-7­ Hay un hecho que por si solo habla muy -alto pa­ ra condenar el Prot.estantismo: este hecho no solo ha siclo notan. No se diga que afirmamos esto sobre nuestra µalabra; son muchas las obras clasicas que se han escrito sobre el particular, por manera que, el que hoy preciaudo de instruido prntende hacer gala de pro­ testante y profesando pl1blicamente las necedades del Protestant1smo, prueha con su tan raro proceder que blasfema de lo que ignora. Buena prueba de esto te­ nemos en la nueva publicacion periodica, que para ver­ giienza de nuestra fe y de la sana ciencia filosofica, ha. comenzado a circular en forma de periodico con el ti­ tulo de El Libre pensamiento. Este solo titulo prue­ ba que el Protestantismo ataca de frente al sentido co­ mun, y que por lo mismo ofende al deeoro y dignit'lad del pueblo en que se publica. Entremos en las prue.bas para que no se diga que usamoi:; de hiperboles an­ tojadizas y calumniosas. Hagamos dos importantes observaciones: 1. a los principios fijos y ciertamente demostrados sirven de hase a todo razonamiento; 2. a estos principios son formulados por las leyes logicas, · a las que se halla sometida la razon, si no quiere nau

-8­ fragar ei;i el laberinto de los errores que el filosofismo sofistico, por su naturaleza, inventa dia }.!Or dia. Desde que el pensamiento se proclama libre, claro es que rechaza todo lo que puede imponerle trahas. l,Hay principios fijos y ciertamente demostrarlos a los que se hace indisp~nsable someter los razonamientos ca· prichosos de la razon extraviada? Y tporque no negar­ los 6 por lo menos atr_opellarlos para que, pasando so. bre elloe, sentar sus tesis absurdas? Las leyes de la 16­ gica lo exigen y l,que es lo que vale la .logica para el librn pensador? El buen sentido esta de por medio, y ique significa el buen sentido ante la libertad del pensamiento? Desde que mi pensamiento es libre, yo puedo discurrit', dice el librc pensador, como mejor me parezca, pesele a quien le pesare; y a nadie pesarfa semejante libertad bestial, sino al que s~ goza en ella, con tal que no saliera de los limites de su cerebro. jPensad como querais oh libres pensadores!; pero no hagais propaganda, especialmente entre la pobre gente candorosa, de burlaros tan groseramente del sen­ tido comun; no exploteis su ignorancia, imhuyendoles doctrinas absurdas so pretexto de progreso y de civili­ zaci6n. Pero vuestra arrogancia va tan lejos que os atreveis a retar a toda una ·sociedad cat6lica como Li­ ma, para entrar en lucha con los que os contradigan. Carisimos hijos: Los herejes y los impios de todos tiempos han tenido f'sta osadia para ostentar que sos­ tienen la verdad en s11s doctrinas. Pero ique ha suce­ dido? que al llegar a las pruehas, si es que se prestan a ellas, rehuyen toda discusi6n con pretextos m:'l.s 6 menos frivolos. En su defensa imitan al proteo de la fabula que canibia de faz como mejor le conviene. eC6mo se puede llamar al terreno Jogico al que recha­ za toda ley l6gica al discurrir so pretexto de libre pen­ sador? Dos reglas de buen sentido formula el celebre Balmes, para los qne se proponen discutir: 1. • no en­ trar en discusi6n con los que ignoran la materia de que se trata; y 2. • no discutir jamas con el que, 6 los que, se atreven a negar los principios absolutos. iLos redactores El Libre Pensamiento estan sufi­ cientemente instmidos en materia de doctrina cat6li­ ca?, lhan estudiado debidamente lo que es el Catoli

- 9 ..:.....

cismo, su origen, su influencia his torica en beneficio de los pueblos, su invulnerable constitucion al trnves de los diez y nueve siglos que cuenta de existencia, atravesando ileso por los obstacnlos de todo genero que, ora la fuerza hruta, ya los ataques del error here­ tical, 6 los no menos formidables d E! los lihres pensado­ res

- 10 vercladero, porque su intelegencia es infalible? Que no

se hahle de la infauilidacl rlel ncario de Nuestro Senor Jesucristo; esa infabilidad es absurda, es depresiva de la dignidad del hombre; es doctrina supernaturalista, y el sobrenaturalisrno es absurdo. Lo que si es verdad incon<..:lisa, es que el es infalihle en sus juicios, y bas­ ta con esto por toda prueba. Carisimos hijos: Pena, y pena profunda nos cau­ sa que propaganda. tan impia como irracional, se haga sin pudor alguno en nnestra catolica socie, Senor, porque falto santo, porque han veniclo a menos las venlades f'ntre los hijos de los hombres. Cada uno de ellos ha hahlado cosas vanas a su pr6jimo: labios engafiosos ban habladu con cora­ zon doble. i Destruya el.Sefior todos los labios enga­ fiosos y la lengna qne habla arrogancias! Los que dije­ ron: engrandeceremns nuestra lengua, nuestros labios de nosotros son. ~Quien es el Sefior nuestro? Por la miseria de los desvalidos, y el gemite los hijos de los hombres." (1) Queremos terminar esta nuestra pastoral, recor­ dandoos el siguiente consHjo dado por el Apostol San Pedrn: "Hermanos: Se

(1) Sal. Xl. (2) Ep. 1. 0 de S. Pedro, V, 8.

- J1 ancom de vuestra fe, porque los dias qne se nos vie­

nen deslizando son malos: dies mali sunt. (1) Qne los Dulcisimos Oorazones de Jesus y de Maria sean siem­ pre invocados por vosotros, para salvarnos de la vorac gine que amenaza devorar al Peru, peor que el mas formidable 1erremoto. Que el Dios de las misericordias y de toda consola­ ci6n os mantenga siempre eri su santa gracia, como tan constantemente se lo ri1ega vuestro pobre y anC'.ia­ no pastor. Recibid, hijos carisimos, en prenda de nuestro pa­ ternal ofecto, nuestra paternal bendicion. Dada en nnestra residencia accidental de Ohorri­ llos, a 24 de jnlio, dia en que la Iglesid, celebra ia ft>s­ tividad de san Francisco Solano, dPl afio del Senor de 1896 y decimo sexto de nuestro Episcopado en Are­ quipa.

·.

. ~JUAN A~IBHOSIO, Obispo de Arequipa.

(L. S.)

Por mandato de rn Sefioria Iltma. el Obispo mi Sefior.

Samuel Salvador, Sec1·etal'io.

(1) Efe. V. 16.

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