CartaPastoral

- 4 -cnbiertos, por mucho que sean los esfuerzos de los

calculos humanos. Dios es el "Senor de las ciencias", (1) y el hombre por masque se afane por sorprenderle en los secretos de su infinita misericordia, nun.ca ja­ mas podra comprenderla. Mas, asi como en el mundo fisico se dan terremo­ tos, hay otro en el mun.do moral que si bien no destru­ ye edificios, ocasionando ruin.as materiales, victima al­ mas matando en ellas la fe, que es el fondamento so­ bre el que esta edificado el edificio de nuestra salud para la eternidad. Se trata, hijos carisimos, de dos hechos muy gr::i­ ves por su naturaleza: la libre ensefianza del Protes­ tantismo, ostentada descaradamente en el Cuzco, y la publicacion solemne del peribdico masonico, titula­ do El Libre Pensamiento. iQue se quiere de los pobres cuzquefios? iQue pro­ testen de la Iglesia Oatolica para buscar en la Biblia que, como dice el protest~nte Vinet, no es la religion, sino el Ingar en que cada cual, puede buscar la religion que mas le cuadre? No pmide darse un desproposito mayor: primero, que sepan siquiera leer subiblia; y segundo, que tengan la suficiente instruccion para dis­ cernir lo verdadero de lo falso por si mismos, sin se­ guir a ciegas las ensefianzas del ministro protestante, que ignora lo que ensefia y que, por su propia escuela, se halla des:=tutorizado para ensefiar a otro sin titulo legal para ello. El Protestantismo en el Cuzco producira una re­ volucion moral espantosa en ese pohre pueblo, si es que Hegan a germiuar las ideas disociadoras de la doctrina protestante. E3 de temeL' este resultado, teniendo en cuenta la libertad amplia y absoluta que predica, sin consideracion alguna a los preceptos de la moral evan­ g'elica.

El Protestantismo que predica la necesidad de la fe sola sin las obras, produce, como su efecto inmedia­ to, la ruina de la fe, porque "la fe sin ohras es muertn. en si mism::i," como dice el Apostol Santiago(2); y el mis"(1) 1. 0 Reyes, II, 3. 1{2) Ep.. Cat. II, 16.

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