SUPLEMENTO ESPECIAL XII PREMIOS LA VOZ 11-11-2017

S U P L E M E N T O E S P E C I A L S Á B A D O 1 1 . 1 1 . 2 0 1 7

42 ESPECIAL XII PREMIOS LA VOZ

En ocasiones veo premios DIEGO CALVO PRESIDENTE ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE CÁDIZ

C omo el boxeador sona- do que trata de levantar- se del ring preguntán- dose quién lo mandó a la lona, o el bohemio bo- rracho que amanece en el hotel y tarda unos segundos en re- solver en qué parte del universo se ha- lla, en ocasiones me sorprendo a mí mismo formando parte de algún jura- do o entregando algún premio perio- dístico representando a la Asociación de la Prensa. Y si la constante para el beodo o el púgil es la resaca o el dolor de cabeza, en mi caso la regla que no falla nunca es que siempre hay un pe- riodista relacionado con LA VOZ que gana el premio o se queda muy cerca. No falla. El más reciente caso ha sido el de Chapu Apaolaza, flamante gana- dor del Premio Unicaja de artículos pe- riodísticos por un maravilloso texto sobre la Petróleo y la Salvaora publi- cada el año pasado en estas páginas, un eslabón más de una cadena que no parece que vaya a parase. Y no les digo todos los que me vienen a la memoria porque me faltan caracteres. En un principio pensé que se trataba de algún fenómeno esotérico paranor- mal digno de estudio por el equipo de Iker Jiménez, pero pronto me di cuen- ta de que la explicación es mucho más prosaica. La lógica consecuencia de una máxima que esta cabecera lleva practi- cando desde sus inicios: estar en los si- tios donde hay que estar, con profesio- nales muy bien preparados. Quizás para no ser acusados de abu- sones, o cansados de estar siempre en el lado de los que los reciben, LA VOZ tiene a bien desde hace doce años hacer entrega de sus propios premios, una cita más que consolidada que demuestra la implantación de esta cabecera dentro del periodismo gaditano. La mejor prueba de ello es haberse podido desprender de su apellido. Como Marilyn es Marylin, o Frida es Frida, LA VOZ dejó de ser LaVoz deCádiz o laVoz Digital, como tecleamos frecuentemen- te cuando buscamos fiabilidad en este maremágnumde ruido informativo en que vivimos, para ser LA VOZ, a secas. Quizás fuera de nuestra provincia ‘la voz’ es un programa de televisión, in- fumable por cierto, pero en Cádiz, ha-

Llegan estos galardones a esta edición haciendo cumplir la máxima de que el nivel de los premiados es el que pres- tigia los premios. Todos conocemos otros reconocimientos que comienzan fuer- tes y van viendo caer el listón hasta des- merecer la memoria de los primeros. Pueden juzgar ustedes mismos los de esta edición y no. No es el patrón. Estos premios no han perdido ni un ápice de su nivel. Más bien ganan vigor y son un orgullo para quienes los reciben. Y lo digo con conocimiento de causa, pues la APC se cuenta entre sus ganadores. Sin caer en la autocomplacencia, esto nos debería ayudar a subir varios pelda- ños nuestro grado de autoestima. Tene- mos una provincia llena de singularida- des, geográficas, históricas, naturales y culturales, que deberían convertirse en oportunidades para revertir esa situa- ción de desempleo y por la que en de- masiadas ocasiones somos noticia. Por- que tenemos gente con talento y em- presas de referencia a nivel mundial que se salen por completo de estereotipo ha- bitual, pero que en realidad son tan es- tereotipo como el otro, solo que no tie- nen la relevancia pública que deberían. Estos premios ayudan a cambiar lami- rada, como ayuda que tengamos una tie- rra que enamora. Porque si gaditanos so- mos muchos, legión son los que no na- cieron aquí pero como si lo hubieranhe- choy estánencantados de sumarse a este carro y a ponerse esta camiseta. Y no es difícil entenderlo. En estos tiempos de exaltaciónnacionalista cateta, quizás no es el mejor momento para proclamacio- nes localistas y caer en el chovinismo. Es lomás fácil del mundo querer a la tierra en que se nace, se vive, en la que uno se cae y se levanta, ymás aún creersemejo- res que los demás. A ver quién no quiere a sumadre. Peroesqueciertamente, nues- tro rincón está, y creo que nome ciega la subjetividad, llenode encantos yelemen- tos únicos que lohacen especial. No para hacernos independientes, sino para cre- er en nosotros mismos. Creer paramos- trarnos orgullosos ante el mundo, abrir puertas e invitar a esemundo a que ven- ga a comprobar connosotros todo lo bue- no que tenemos. Porque para progresar, ymucho necesitamos progresar en esta provincia, loprimeroes creer.Yestos pre- mios de LAVOZ, ayudan a creer.

blar de LA VOZ, es hablar de periodis- mo. Una marca perfectamente identi- ficable que sólo necesita dos palabras. Encontrar un sitio propio es lo más di- fícil y bien lo saben muchos que ahora en la selva del periodismo digital, bus- can tener su propio espacio, su propia identidad. Eso La VOZ ya lo tiene gana- do. En estos tiempos convulsos, sólo es- pero, y cruzo los dedos, que sea por mu- cho, mucho, tiempo.

«Estos premios ayudan a cambiar la mirada, como ayuda que tengamos una tierra que enamora»

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