Ecocardiografía médica diasnóstica. Ginecología y obstetrici

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Parte 2  Ecografía Obstétrica

Esto hace que el útero regrese o involucione de vuelta a su estado previo al embarazo. El descontinuar la lactancia resulta en la reanudación de la ovulación y la menstruación. Inmediatamente después del parto el útero es pesado y volu- minoso. La contracción y la involución hacen que el útero retome su forma y posición previas al embarazo en el área pélvica entre la sínfisis del pubis y el ombligo. Excepto en casos de un parto difícil o asistido, como el uso de fórceps o el nacimiento de un lactante de gran tamaño, esta involución suele ocurrir en el lapso de 1 semana del parto. La ecografía no suele usarse durante el periodo puerperal a menos que haya circunstancias que la jus- tifiquen, como un sangrado excesivo, dolor o parto por cesárea. Las exploraciones bimanuales o externas que realiza el médico por lo general permiten determinar si el útero ha regresado a su estado previo al embarazo. TÉCNICAS DE RASTREO Al seleccionar un transductor, el ecografista debe elegir aquel que tenga la mayor frecuencia posible, al tiempo que penetre las estructuras y tejidos por debajo de la superficie cutánea para obtener una resolución adecuada. En casi todas las instituciones, el transductor usado con mayor frecuencia es un transductor curvilíneo o en forma de vector dentro de un rango de 2.5 a 5 MHz. De ser necesario, también puede usarse un transductor endovaginal con frecuencias que suelen ir de 5 a 10 MHz. El abordaje transperineal también se utiliza con frecuencia para valorar el útero posparto. La obtención de imágenes de las estructuras pélvicas requiere una vejiga llena y se aplica el abor- daje transabdominal. La vejiga también empuja las estructuras intestinales gaseosas que están por arriba del útero. Al ajustar la ganancia general y compensar por la ganancia de tiempo, el ecografista ajusta las diferencias de brillo que resultan de la atenuación de tejidos o aumento de la vejiga. Una exploración detallada del útero incluye los ovarios y otras estructuras pél- vicas tanto del plano longitudinal como del transversal, desde un abordaje transabdominal. Los órganos pélvicos pueden estudiarse por vía endovaginal en los planos sagital y coronal. La combinación de estas técnicas de imágenes proporciona un cuadro general de las estructuras pélvicas. Un abordaje trans- labial o transperineal con gel estéril y un transductor de 2.5 a 5 MHz visualiza el área de incisión de la operación cesárea en pacientes que no pueden tolerar las imágenes transabdomina- les. Para estos tipos de imágenes, se debe poner a la paciente en la misma posición que para una exploración endovaginal, colocando el transductor adyacente a los labios. También es esencial recordar el uso de una presión más ligera que al obtener imágenes del útero no grávido, debido a que una mayor presión comprime el útero, “adelgazando” el tamaño anteroposterior y aumentando la dimensión transversal. Estas pacientes pueden tener dolor o hipersensibilidad pélvicos, por lo que el ecografista debe tener en cuenta la comodidad y la tolerancia al dolor de la paciente.

FIGURA 33-1  Este útero posparto muestra un endometrio grueso ( flecha ) dentro de un gran útero voluminoso. (Imagen cortesía de Philips Healthcare, Bothell, WA.)

El útero posparto asume varias formas durante su involución a su estado no grávido. Es frecuente obtener imágenes del orificio interno el día uno como parcialmente abierto y mal definido a medida que sigue cerrándose después del parto. El miometrio debe ser homogéneo y estar bastante bien delineado, con mediciones que van de 7 a 10 cm en su grosor total. Debido a la hipervascu- laridad uterina durante el embarazo, es frecuente visualizar los vasos miometriales en la exploración bidimensional y Doppler en el posparto. El endometrio está engrosado en un inicio (hasta 13 mm según algunos informes), pero debe disminuir a un grosor normal (3 a 8 mm) para finales del periodo posparto. 1 El líquido libre en la cavidad endometrial es un dato frecuente, debido a que la sangre y otras sustancias se desprenden de la cavidad uterina después del nacimiento. 1 Estos no deben medir más de 1.2 a 1.4 cm. El útero en las imágenes longitudinales/sagitales puede medir de 14 a 25 cm a medida que se encoge a su tamaño prenatal. Si las imágenes se obtienen en las primeras etapas del periodo posparto, el útero puede tener que medirse en incrementos y su- marse para obtener la longitud total. El ancho coronal/transversal del útero puede variar de 7 a 14 cm. Estas mediciones deben realizarse a un ángulo recto al plano longitudinal y sagital en que se tomaron las mediciones. Existen varias causas de mediciones erróneas; estas incluyen (1) presión externa intensa durante las imágenes transabdominales, (2) diferentes sitios de medición, (3) contracciones uterinas y (4) la cantidad de distensión vesical que puede afectar la distancia entre el fondo uterino y el orificio interno (fig. 33-1).

APARIENCIA ECOGRÁFICA DE LA ANATOMÍA POSPARTO NORMAL 14.5 a 25.0 Ancho (medición transversal) 7.0 a 14.0 AMPLE Debido a que la naturaleza posparto del útero es una de ma- yor tamaño, las exploraciones bimanuales o externas pueden resultar inadecuadas para evaluar el útero. Durante las explo- raciones iniciales y de seguimiento, la ecografía proporciona mediciones confiables del útero y los ovarios, además de cualquier otra patología. RECUADRO DE PATOLOGÍA 33-1 Rangos de mediciones ecográficas normales posparto 2–7 Estructura Dimensiones (cm) Grosor anteroposterior Endometrio 0.4 a 1.3 3.0 a 6.5 7.0 a 10.0 Miometrio Útero Longitud (medición sagital)

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