Revista GURMÉ Sevilla Primavera 2018

ENTREVISTA

Intento conocer a cada cliente para que se sienta a gusto

falta y cuando con veintitantos murió mi madre tuve que implicarme mucho más. ¿Aún llegan parroquianos de los de siem- pre? Sí, todavía llegan algunos de los que venían cuando estaba la estación y a veces hablan con nostalgia de aquella época. Sigue viniendo mucha gente de los Juzgados y la estación de autobuses, o de la Hacienda municipal. Me salió un trabajo de cocinera pero pensé que a mi padre no le haría gracia que me fuera y me quedé. Con el tiempo él incluso se disculpó por no haberme animado a co- gerlo pero yo no me arrepiento porque me gusta mucho el trato con la gente. También es cierto que esto es muy sacrificado, más aún siendo tan perfeccionistas como somos mi hermana y yo y hay veces que si estoy de bajona no lo puedo disimular. Además, los clientes ya me conocen y me lo notan. ¿Nunca se planteó trabajar en otra parte? La mayoría sí, pero también vienen trabaja- dores de la zona, como empleados de BBVA, médicos o profesores del Instituto Heliópo- lis. Los días que juega el Betis es tremendo, porque vienen muchos aficionados de los pueblos que ya tienen como tradición tomarse algo en el bar de “las niñas”, que es como también se nos conoce. Hay algunos que venían de niños y ahora traen a sus hijos.das en las que cocino muchas recetas de mi país, como el Día de los Muertos, que incluso pongo un altar. ¿Su clientela es muy del barrio?

Margari Calvo, en la terraza del bar Los Palacios

Psicólogos de barra

En este pequeño establecimiento Margari ha tejido grandes amistades con los vecinos y ha aprendido a gestionar con total profesionalidad cualidades como la paciencia, la intuición, la capacidad de escuchar y la mano izquierda que, en ocasiones, también precisa. ¿Qué recuerdos guarda de su infancia en el bar? Siempre estaba jugando en la esquina al elástico o al tejo. Mis amigas eran las que venían aquí porque a mi padre no le gus- taba perderme de vista. Me he criado en el bar y él me enseñó desde pequeña para que me quedara aquí. Con siete años ya echaba un cable fregando y haciendo lo que hiciera

Margari Calvo Vázquez, copropietaria de Bar Los Palacios

Bar Los Palacios es la definición perfecta del bar de barrio. Bien lo saben en Pedro Salvador, donde llevan décadas tratando a la familia Calvo y disfrutando de los vinos y la comida casera que sirven a diario.

No tienen más remedio que ser béticas…

Isabel Aguilar Fotos: J.M. Serrano

Trabajando en un bar es mejor no decir de qué equipo eres…

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