Porth. Fisiopatología

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UNIDAD XI  Alteraciones de la función digestiva

se encuentra sobre todo durante la vida neonatal temprana en los humanos y en los animales que hibernan. La principal función de la grasa parda es generar calor para los animales o humanos que no tiritan, y contiene mayores concentraciones de mitocondrias espe- cializadas, que permiten este proceso. 2 En los humanos, la grasa parda disminuye con la edad, pero aún se puede encontrar en la sexta década de la vida. Esta pequeña cantidad de grasa parda tiene un efecto mínimo sobre el gasto energético. Tejido adiposo como órgano endocrino El tejido adiposo ahora se reconoce como un órgano endocrino y paracrino que secreta un número importante de factores 2 deno- minados adipocinas , que incluyen a la leptina, algunas citocinas (p. ej., factor de necrosis tumoral α ), factores de crecimiento y adi- ponectina (importante en la resistencia a la insulina). La figura 39-1 muestra varias sustancias producidas por el tejido adiposo. El descubrimiento de la leptina (de la palabra griega que significa “delgado”), un péptido liberado por los adipocitos, ha generado un renovado interés en el tejido adiposo y su papel en la homeostasis de la energía. Estudios recientes sugieren que la lep- tina actúa a nivel del hipotálamo para disminuir el consumo de ali- mentos e incrementar el gasto de energía mediante un aumento en la termogénesis y por actividad del sistema nervioso simpático. La leptina también está involucrada en el metabolismo de la glucosa y en el proceso normal de maduración y reproducción sexual, y tiene interacciones con el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal, tiroideo y las principales hormonas de crecimiento. La leptina actúa al unirse y activar receptores de leptina especí- ficos que se encuentran en varios tejidos periféricos y en numerosas áreas del cerebro, incluidas regiones específicas del hipotálamo.

Se sabe que los receptores en estas regiones hipotalámicas están involucrados en el apetito, consumo de alimentos, actividad del sis- tema nervioso simpático, regulación de temperatura y liberación de insulina por las células β del páncreas. Las concentraciones de lep- tina tienden a aumentar después del consumo de alimentos y a caer durante el ayuno. El tejido adiposo envía una señal al cerebro, por medio de la leptina, de que ya se ha conseguido un almacenamiento suficiente de calorías y que ya no es necesario consumir más alimen- tos. La resistencia a la leptina o una incapacidad para responder a concentraciones altas de leptina podrían llevar a la obesidad. 3 Gasto energético El gasto de la energía corporal resulta de cinco mecanismos de producción de calor (termogénesis): metabolismo basal (MB) o gasto energético en reposo (GER), termogénesis inducida por la dieta, termogénesis por ejercicio, termogénesis por una actividad distinta al ejercicio (TADE) y termogénesis en respuesta a cam- bios en las condiciones ambientales. La cantidad de energía que se utiliza varía en función de la edad, constitución corporal, tasa de El metabolismo basal se refiere a la cantidad mínima de gasto ener- gético que es compatible con la vida. 1 Estas reacciones son necesa- rias para proveer energía para el mantenimiento de la temperatura corporal normal, la función cardiovascular y respiratoria, el tono muscular y otras actividades esenciales de células y tejidos del cuerpo en reposo. El MB constituye el 50-70% de las necesidades energéticas del cuerpo. 4 Se puede cuantificar utilizando un instru- mento llamado calorímetro indirecto , que mide la tasa de consumo de oxígeno de la persona. Este consumo de oxígeno se mide en condiciones basales: después de dormir una noche completa, luego de por lo menos 12 h sin alimento, después de no hacer activi- dad estresante durante 1 h y mientras la persona está despierta, en reposo, en una habitación cálida y cómoda. Por lo general, las mujeres tienen un MB un 5-10% más bajo que los hombres debido a su mayor porcentaje de tejido adiposo. Aunque mucho del MB deriva de actividades esenciales del sistema nervioso central, los riñones y otros órganos corporales, las diferencias de MB entre las personas se relacionan principalmente con su masa musculoes- quelética y su constitución corporal. Bajo condiciones de reposo normales, el músculo esquelético es responsable de alrededor del 20-30% del MB. 5 Por esta razón, la tasa de MB debe corregirse con base en el tamaño corporal, y se expresa en calorías por hora por metro cuadrado de superficie corporal. Algunos factores que afectan el MB son la edad, sexo, estado físico y embarazo. Con la edad existe una reducción progresiva normal del MB, que puede guardar relación con la pérdida de masa muscular y su reemplazo con tejido adiposo. 1 El MB se puede utilizar para calcular las calo- rías necesarias para una nutrición de mantenimiento. El GER se utiliza para predecir el gasto energético. La manera más precisa para determinarlo es por calorimetría indi- recta. Sin embargo, es un procedimiento costoso y requiere de personal entrenado. Al multiplicar el GER por el factor 1.2, gene- ralmente pueden predecirse de forma adecuada las necesidades calóricas para la nutrición de mantenimiento en personas con buen estado de salud. Un factor de 1.5 suele proporcionar los nutrientes necesarios durante el período de saciedad y durante enfermedades como neumonía, fracturas de huesos largos, cáncer, peritonitis y recuperación de casi todos los tipos de cirugías. crecimiento y estado de salud. Metabolismo basal

TGF- α Interleucinas TGF- β FGF, EGF

Ácidos grasos Lisofosfolípidos Lactato Adenosina Prostaglandinas

IGF-I IGFBP

Resistina Figura 39-1 •  Efecto de las secreciones del tejido adiposo en otros órganos. El tejido adiposo secreta múltiples proteínas y metabolitos que actúan localmente o en órganos distantes, con un impacto relevante en el consumo de alimentos, la señalización de la insulina, la función vas- cular, el gasto energético y otros procesos homeostáticos del cuerpo. ANG-II, angiotensina II; ASP, proteína estimuladora de la acetilación; EGF, factor de crecimiento epidérmico; FGF, factor de crecimiento de los fibroblastos; IGF, factor de crecimiento insulinoide; IGFBP, proteína de unión al factor de crecimiento insulinoide; PAI-1, inhibidor del activa- dor del plasminógeno 1; TGF, factor de crecimiento transformante; TNF, factor de necrosis tumoral. Tomado de: Rubin R., Strayer D. S. (Ed.) (2012). Rubin’s pathology: Clinicopathologic foundations of medicine (p. 1085). Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins. AMPLE Adipsina Adiponectina ANG-II ASP Leptina PAI-1 Proteína agouti Factores desconocidos Angiotensina Proteína morfogénica ósea

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