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Los consejeros trabajan muy de cerca con los jóvenes en riesgo y los miembros de su familia. En la foto inferior, Fanny Romero, consejera familiar usa un árbol familiar para demostrar la estructura y la importancia de la familia.

familiar, han mostrado una reducción en todas las nueve categorías de factores de riesgo. Destaca el hecho que casi tres de cada cuatro jóvenes lograron reducir sus factores de riesgo a menos de cuatro factores en total, lo cual los ubica por debajo del umbral de estar “en riesgo.” La consejería en zonas de conflicto. Proponte Más se implementa en cinco muni- cipios con altas tasas de crimen y violencia: Tegucigalpa; San Pedro Sula; Choloma; Tela; y La Ceiba. Steven y Yuvini viven con sus abuelos en la co- munidad de Chotepe, fuera de San Pedro Sula. Chotepe es parte de Chamelecón, un suburbio de San Pedro Sula, plagado por la violencia generada entre maras y pandillas rivales. Los campos de caña de azúcar en Chamelecón son lugares conocidos por ser utilizados como bota- deros de cadáveres. Fanny Romero, una consejera que trabaja con la familia de Steven y de Yuvini, recuerda haberse sentido atemorizada en su primera visita. La casa de los jóvenes se encuentra ubicada cerca de una calle que sirve como línea divisoria entre dos pandillas rivales. “Es una parte de la historia del área de Cha- melecón,” nos indica. “Desafortunadamente, es un aspecto negativo, pero tenemos que rescatar lo positivo. Y el aspecto positivo son las familias con las que trabajamos, su fortaleza. Se trata, por encima de todo, de tratar de rescatar a los jóvenes de esta situación”. Honduras tiene una de las tasas más altas de asesinatos en el mundo, recientemente calculada en torno alrededor de 42 homicidios por cada 100,000 habitantes. San Pedro Sula ha sido catalogada consistemente como uno de los sitios más peligrosos del mundo. Sin embargo, ahora que Romero hace sus visitas semanales, es en un ambiente festivo

familiar sólido es esencial para prevenir que los jóvenes se sientan atraídos a incorporarse a una mara o pandilla, grupos que han convertido a las comunidades en zonas de conflicto. Los consejeros invierten un año trabajando de cerca con los jóvenes y sus familias para cam- biar las conductas y las relaciones de manera que esto pueda ayudar a reducir los factores de riesgo de los jóvenes de cara a la violencia. Robyn Braverman, Directora de Proponte Más, manifiesta que el árbol familiar es una forma de conectar a los jóvenes y a sus familiares con múltiples generaciones. Los consejeros utilizan el genograma como un punto de partida, una manera de evaluar la situación de la familia, al tiempo que se logra interesar a los jóvenes en la historia de su propia familia.

“Estamos tratando de lograr que los jóvenes, a través de su cconocimiento de su historia familiar, sean capaces de separarse a sí mismos de cualquier elemento negativo que los esté atrayendo dentro de su comunidad”, indica Braverman. “Realmente estamos apostándole a la capaci- dad que tiene la familia de transformarse a sí misma y de servir como raíz o catalizadora para cambiar las vidas de muchos jóvenes que han estado lidiando con un contexto realmente difícil aquí en Honduras”, dice ella. El enfoque está dando resultados. Tras sólo seis meses de intervención familiar, cada uno de los 445 jóvenes que al igual que Steven y Yuvini mostraron factores de riesgo a un nivel secund- ario y han estado participando en la consejería

Fotos por Gustavo Ochoa

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