Avery. Neonatología Sample

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Prólogo

Cuando redacté el prefacio de la primera edición de Neonatología en enero de 1975, la especialidad aún carecía de nombre. Los primeros exámenes de la subespecialidad en Medicina Neonatal-Perinatal se aplicaron más tarde en ese año. Las salas para la atención de neona- tos enfermos variaban enormemente en diseño y equipo. De manera similar, no había uniformidad en el entrenamiento y las destrezas de quienes proveían atención sanitaria a los fetos afectados, bebés en la transición del nacimiento y neonatos enfermos y con estrés. La atención e información de las revistas de ciencias básicas acerca de estos pequeños que estaban en un periodo de cambio rápido y tenían problemas que ponían en riesgo su vida, era tediosa. No estábamos jugando con las mismas cartas. Por tanto, un propósito básico del libro fue buscar de manera conjunta información importante acerca de la anatomía, fisiología, patología, farmacología, bacteriología y genética, y acoplarla con el mejor abordaje disponible para tratar trastornos particulares. Una característica especial de los neonatos afectados era que casi siem- pre presentaban problemas múltiples, que interactuaban como las piezas en el juego de palillos chinos. Así, se conjuntaron el trata- miento de los estados patológicos y el respaldo de las funciones corporales vitales. En los 40 años transcurridos desde la primera edición, el cam- bio ha sido continuo y espectacular. La genética y la bioquímica han florecido. Las intervenciones quirúrgicas no conocidas antes se vol- vieron casi sistemáticas. La instrumentación para el respaldo de la respiración e incluso los aparatos de circulación extracorpórea de corazón-pulmón han mostrado eficacia y salvado vidas. La microquí- mica ha permitido el seguimiento de sustancias químicas sanguíneas con sólo el uso de cantidades mínimas de sangre. Los catéteres a per- manencia sirven tanto para monitorizar como para la alimentación intravenosa. Más de la mitad de los artículos en las reuniones de inves- tigación pediátrica en estos años se han dedicado al feto y al neonato. Así, la práctica profesional ha cambiado y se ha vuelto más com- pleja y costosa. Han surgido temas acerca de los recursos a dedicar a los cuidados intensivos neonatales. Además, en los debates morales y procedimentales se ha intentado definir qué tanta atención era de be- neficio y cuándo ésta se convertía en intrusa o de poca importancia. Algunos de estos cambios en la práctica profesional se han visto respaldados por la ciencia: otros provienen del buen juicio de los individuos con base en su propia experiencia clínica. La verdad

es que son muy difíciles los estudios clínicos buenos y nítidos en la UCIN, además de onerosos. Durante el periodo de 2 a 3 años de un estudio, muchos detalles de la atención cambian, además del estudio mismo. Las variables de confusión son difíciles de contro- lar ante trastornos que ponen en riesgo la vida e intervenciones urgentes. Obtener cifras estadísticamente significativas a menudo requiere un proyecto multiinstitucional que complica su diseño, la colección de datos, la distribución aleatoria, la interpretación de los resultados y la publicación. Tales proyectos son muy costosos y hay una tentación sólida para cargarlos con la colección de datos sobre preguntas secundarias. El resultado es una sumersión en un conjunto de datos voluminoso, en vez de respuestas claras de sí o no a una pregunta de investigación única. Parafraseando el comen- tario de Thomas Jefferson acerca de la democracia: los estudios controlados multiinstitucionales son la peor forma de valorar nue- vos tratamientos “excepto para todos los demás”. Dicho esto, los estudios de la MSHD Neonatal Research Network, la Cochrane Network y Vermont-Oxford han permitido que muchas de las recomendaciones clínicas de la 7. a Edición sean objetivas y se basen en estudios controlados, que lo que sucedía antes. La 7. a Edición está ahora adaptada a la era de la información digital. Puede cambiar de manera fluida conforme surjan nuevos estudios y descubrimientos. Es una biblioteca donde se pueden buscar rápidamente las cosas sin enredarse en lo que con toda se- guridad sería ahora una obra en dos volúmenes. La mayor parte de las ilustraciones se encuentra ahora a color. Ya no se trata estric­ tamente de un LIBRO DE TEXTO. Es una base de datos digital grande. Sin embargo, cada capítulo se ha organizado cuidadosa- mente, de manera exhaustiva y escrito por un experto reconocido en el campo (no de Wikipedia). La explosión de los conocimientos es ahora tan grande que la investigación, la atención al lado de la cama, y de hecho, todo el ám- bito de la Neonatología, constituyen una aventura de colaboración. Eso es bueno, porque podemos ayudarnos. En cuanto a mí, deseo que la atención del niño y la familia en forma individual siempre permanezca intensamente personal y con gran cuidado.

Gordon B. Avery MD PhD AMPLE

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