MemorialCare - Your Guide to Postpartum and Newborn Care (Spanish)

Las inquietudes frecuentes

EL BEBÉ SOMNOLIENTO

Tu bebé puede tener días de sueño en los que será difícil mantenerlo interesado en la alimentación. Intenta quitarle toda la ropa menos el pañal. A veces, puede ayudar a que permanezca despierto frotarle las plantas de los pies o la espalda. Masajea y presiona tu seno mientras lo alimentas para aumentar el flujo de leche. Este puede ser un sutil recordatorio para que siga succionando. Cambia de seno varias veces y háblale mientras lo amamantas. Esto fortalecerá tu vínculo con él y puede mantenerlo interesado en terminar de alimentarse. Sé paciente con un bebé somnoliento y no te rindas pensando que no quiere tu leche. A veces puede llevar algunas semanas lograr mantenerlo despierto mientras lo amamantas. Si extraes tu leche en una cuchara y haces que el niño la beba puede darte la seguridad de que se está alimentando lo suficiente.

EL ERUCTO

Acostado boca abajo sobre tu falda

Sentado sobre tu falda con el mentón apoyado

Después de alimentarlo, procura que tu bebé eructe. No todos los bebés eructan los primeros

Sobre el hombro

días después del nacimiento. Para hacerlo, palmea suavemente o acaricia la espalda del bebé con un movimiento ascendente. Si el bebé no eructa después de varios minutos, sigue amamantándolo. LOS PERIODOS DE CRECIMIENTO ACELERADO

Posiblemente descubras que tu bebé tiene días en los que quiere comer más de lo habitual. Algunas madres se preocupan pensando que algo no está bien, pero esto es común. Por lo general, la necesidad de alimentarse con más frecuencia de la habitual dura desde unos pocos días hasta una semana. Luego tu bebé volverá a alimentarse con menos frecuencia. Estas etapas en que el bebé está más hambriento se conocen como "periodos de crecimiento acelerado" y es la manera que encuentra el bebé de aumentar tu producción de leche para poder crecer. Aunque esos momentos sean más demandantes para ti, debes confiar en tu bebé cuando te pide que lo alimentes con más frecuencia y seguir sus indicios de que necesita alimentarse. Mientras no ignores la necesidad de tu bebé de alimentarse, tu volumen de leche debería ser el adecuado.

LA CONGESTIÓN MAMARIA

Tu producción de leche verdaderamente comienza a aumentar dentro de los 2 y los 5 días después del parto. Cuando esto sucede, es probable que tus senos se agranden y se sientan pesados o calientes. A esto se lo llama congestión mamaria. Se debe a un mayor flujo de sangre en los senos, la hinchazón de los tejidos que los rodean y la mayor cantidad de leche. En el caso de algunas mujeres, los senos se hinchan e incomodan. Otras pueden llegar a sentir que los senos laten y molestan a medida que la leche comienza a fluir. Cada persona pasa por una experiencia diferente. Pero la hinchazón de los senos, por lo general, disminuye en 1 o 2 días.

Puedes minimizar o evitar la congestión mamaria de la siguiente manera: • Amamanta con frecuencia y no te saltes las tomas.

• No limites el tiempo de amamantamiento. • Asegúrate de que tu bebé se prenda bien.

• Extrae leche regularmente cuando el bebé no se esté amamantando bien. • Hazte masajes mientras amamantas para ayudar a que fluya la leche. • Aplica compresas frías por un espacio de entre 15 y 20 minutos después de amamantar. • No uses sostenes demasiado ajustados, pueden disminuir el suministro de leche. • Evita la utilización temprana de chupetes, biberones y leche de fórmula. Si el seno se llena demasiado y la areola se endurece, es probable que tu bebé tenga dificultad en prenderse. Puede ser útil aplicar una compresa tibia durante unos minutos o incluso, en primer lugar, extraer un poco de leche con las manos para ablandar la zona del pezón.

CONDUCTOS BLOQUEADOS

Las causas de conductos bloqueados: • Congestión por una producción excesiva o por una prensión incorrecta. • Tomas poco frecuentes u omittidas. • Presión de un sostén ajustado o con alambre. • Presión de tu pulgar o de tu dedo. • Estrés o fatiga. • Cirugía mamaria.

El tratamiento para conductos bloqueados: • Dúchate con agua tibia o aplica una compresa tibia en la zona afectada. • Amamanta con frecuencia. • Masajea la zona afectada hacia el pezón mientras amamantas. • Extrae leche manualmente o con un sacaleches delicadamente después de amamantar. • Aplica una compresa fría en la zona afectada si sientes molestias después de amamantar. • Bebe abundante agua. • DESCANSA.

A veces se obstruye el flujo de leche. Esto sucede cuando tienes bloqueado un conducto de leche. Se pueden sentir como bultos del tamaño de una arveja o quizás sientas que una zona de tu seno está congestionada. A menudo, duelen al tocarlos, como si fuera un hematoma. Pero a veces se sienten calientes al tacto.

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Tu guía para el cuidado posparto y del recién nacido

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