MemorialCare - Your Guide to Postpartum and Newborn Care (Spanish)

La extracción de leche materna

Si tú y tu bebé deben estar separados durante tu hospitalización, es importante que remplaces la lactancia con la extracción con sacaleches o manual. Lo ideal es comenzar a extraer la leche dentro de la primera hora después del parto, o a las 6 horas, a más tardar. Dentro de lo posible, usa el sacaleches eléctrico doble durante unos 20 minutos cada 2 o 3 horas. Sí, incluso durante la noche. Tu objetivo es extraer 8 veces en 24 horas. Muchos hospitales te suministran el sacaleches. Asegúrate de registrar tu producción de leche durante un periodo de 24 horas. En las primeras dos semanas, deberías obtener más cantidad de leche cada día. Cuando omites una toma —o si no estás amamantando con regularidad—, tu cuerpo recibe la señal de reducir la velocidad de la producción de leche o, incluso, de detenerla completamente. Por eso es importante extraer leche cuando no tienes la opción de amamantar. SCAN + PLAY

LA EXTRACCIÓN MANUAL La extracción de leche para almacenar también puede realizarse de manera manual. Antes de extraer la leche, lávate las manos con jabón y agua caliente. Asegúrate de seleccionar envases limpios que puedan cerrarse con tapas herméticas. Busca envases de plástico duro o de vidrio. Si usas plástico, asegúrate de que la etiqueta indique que no contiene BPA. También puedes obtener bolsitas especiales para almacenar leche materna. Evita usar las bolsas comunes de plástico porque pueden gotear o derramar su contenido.

¿Por qué es importante la extracción manual? • Ayuda a darte la confianza de que tienes leche materna. • Ayuda a promover la prensión y aumentar la cantidad de leche.

• La leche que se extrae se le puede dar de beber al niño con una cuchara. • Es una excelente habilidad complementaria a la extracción mecánica.

Lava tus manos con jabón y agua.

Presiona hacia la pared del pecho.

Ten un envase limpio (bol o taza) para recibir tu leche.

Presiona tu seno para extraer la leche y luego relájate. No frotes o muevas los dedos sobre la piel.

Masajea cada seno delicadamente desde la parte superior hacia el pezón para ayudar a que la leche fluya más fácilmente.

Mueve los dedos a otra posición del seno y repite.

Coloca tu mano formando una posición de una letra C ancha sobre tu seno.

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Tu guía para el cuidado posparto y del recién nacido