EUTANASIA
102
Dolor que vuelve en la noche,
golpea muela y sentido,
cambia sueño por rugido.
A mi dios le pongo broche,
cuando le digo en reproche:
¡Basta ya…!, al padecer gratuito,
si estoy en tu infierno maldito,
ansío pócima de bruja,
y sosiego que me empuja,
a estar sano donde habito.
Alejo de humano tortura,
si el mal de por vida existe,
y pide muerte con premura,
si de un tubo su aliento resiste…
¿Y si no tiene condición y cordura,
a razón de este mundo, ya ausente?:
Segaría como árbol de la llanura,
ya podrido y sin sabia suficiente.
Su rostro esbozó una leve sonrisa,
cuando penetró la aguja en su vena,
y allí tan solo, en silencio y con pena,
vi su palidez muy fría y muy precisa;
dando fin a su agonía y a tanta prisa,
de acabar de una vez con la condena,
cuando dolor en su lecho es cadena,
que ata vida al sufrir como premisa.