MANIFIESTO 20
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AMATRICE
Tercia la noche que el muro destruye,
vida entre paño cuando pueblo sueña,
por la tierra que en su eco distribuye:
movimiento, horror, dolor y seña,
de ese amanecer donde el polvo fluye,
sobre escombro, afonía…la muerte dueña,
y alguna que otra voz urgiendo amparo,
para ver el sol entre el cielo claro.
¡Aférrame hada a la vida!,
de tal violenta cacería,
de tal poder en su acería,
que a salvación no hay salida,
si en despojo es convertida,
cuando golpe con certeza,
a su paso nada deja,
o si acaso algo, es milagro…
Aquí a otro dios me consagro,
que del Demonio me aleja.
¿Habrá Dios, o Demonio, o tal vez suerte?,
si por orar, nadie se manifiesta,
si mi gozo es carne y, nadie se apresta,
conferir el cuerpo que me divierte.
Sabré… de mí, sobreseída la muerte:
congoja…bienestar… tal vez apuesta,
quien acierte que en la nada, huelga fiesta…
O no sabré…si quizás no despierte.
¡Cuánto sueño esfumado bajo piedra!,
sin despertar allende de los valles.