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da, su valor asciende a al menos entre treinta y cien mil millo-
nes de dólares estadounidenses (NCB-Rome, 2008; INTER-
POL/Banco Mundial, 2009).
Los grupos delictivos que intervienen en la tala ilegal perjudican
al mismo tiempo a las comunidades locales, ya que les hacen
perder una fuente de ingresos y su medio de vida, causan daños
medioambientales que ponen en riesgo la vida, fomentan la co-
rrupción de los funcionarios, el fraude, el blanqueo de dinero,
la extorsión, las amenazas de uso de la violencia e incluso los
asesinatos (INTERPOL, 2009; Hiemstra van der Horst, 2011).
Es evidente que, a pesar de los esfuerzos de ordenación y cer-
tificación, la tala ilegal no se ha detenido. Es más, sigue siendo
elevada en muchas regiones, incluida la cuenca del Amazonas,
África Central y el Asia Sudoriental. De hecho, en algunas áreas
ha aumentado en los últimos años.
Con las inversiones de miles de millones de dólares en REDD+
y un mercado de carbono en pleno desarrollo para facilitar las
inversiones en la reducción de emisiones, las mafias y redes
ilícitas internacionales entrañan un enorme riesgo para reducir
las emisiones y mitigar el cambio climático a causa de la co-
rrupción y el fraude, al tiempo que hacen peligrar los objetivos
de desarrollo y la reducción de la pobreza en muchos países.
A mediados de la primera década del siglo xxi, algunos países,
como Indonesia, vivieron lo que parecía ser una disminución
de la tala ilegal tras un aumento de los esfuerzos por aplicar
las leyes, de los arrestos e incluso de las moratorias sobre la
tala. Sin embargo, pronto fue evidente que la reducción de la
tala en algunas regiones de Indonesia había desencadenado
un aumento de la demanda en otras zonas, como en Papúa
Nueva Guinea, Myanmar y la Gran Cuenca del Congo (PNU-
MA, 2011). Efectivamente, la demanda de leña o productos de
madera está aumentando en muchos países, entre ellos China,
donde se prevé que el consumo llegue casi a duplicarse antes
de 2020, y está previsto que la demanda mundial de madera
aumente en un 70 % de aquí a 2020 (INTERPOL-Banco Mun-
dial, 2009; PNUMA, 2009). Con este telón de fondo, el des-
censo de la tala en un punto geográfico se compensará con un
aumento en otros lugares.
Pérdida neta de
superficie forestal
Aumento neto de
superficie forestal
Degradación de las
zonas áridas
La salud de nuestros bosques
Cobertura forestal actual
Fuente: Adaptación de un mapa de Philippe
Rekacewicz publicado originalmente en
PNUMA-FAO, Vital Forest Graphics, 2009.
Fuente de datos: Millennium Assessment, 2005.