FERNANDO RODRÍGUEZ MURUBE
LOS PALACIOS
¿Es posible imaginar una Sevilla en la
que no tuvieran cabida las tabernas y
las tascas de toda la vida? Eso es algo
harto complicado que suceda, pocome-
nos que imposible. O al menos que ocu-
rriese sin que se perdiera la identidad
y la idiosincrasia de su cultura. Aunque
puedan parecer baladíes para ser con-
siderados como parte importante de
una sociedad, lo cierto es que tanto en
la capital como en el resto de la provin-
cia, estos establecimientos aúnan un
conglomerado de personajes, sensacio-
nes y situaciones que sirven para tener
una percepción bastante cercana a la fi-
losofía con la que se vive por estos la-
res. O sea, que cualquier visitante aje-
no a esta tierra al cabo de diezminutos
en uno de estos concurridos estableci-
mientos no le hará falta ser zahorí para
captar la idea.
Para Honorio Blasco, escritor docto
en el mundo tabernario, éstas, «se lla-
men como se llamen en cada época de
la historia, son el origen de todos los es-
pacios relacionales y de hospitalidad,
desde el origen de nuestra cultura has-
ta nuestros días». Y es que ¿dónde se
puede palpar mejor la simpatía, el gra-
cejo, el dinamismo y las ganas de gua-
sa que tanto atrae al turista que en una
taberna?
Un lugar paradigmático donde po-
der disfrutar de este patrimonio inma-
terial es, sin duda, la Taberna Currón,
en Los Palacios. Ésta es de las auténti-
cas y genuinas, de las que siempre tie-
nen la misma clientela y en las que la
relación entre tabernero y consumidor
va mucho más allá de un simple servi-
cio. Fundada en 1952 por Antonio Begi-
nes (actualmente regentan el negocio
su hijo José y su nieto José Antonio), ha
conseguido, sin perder ni un ápice de
sus señas de identidad, atraer a gran
número de jóvenes que comparten vi-
vencias y anécdotas con los mayores,
aprendiendo los unos de los otros doc-
trinas de la vida y obviándose por com-
pleto el salto generacional que amenu-
do dificulta la comunicación e impide
el entendimiento en la sociedad actual.
José Begines (1951), personaje ele-
mental para conocer la idiosincrasia pa-
laciega y alma de este emblemático es-
tablecimiento, esunauténtico showman;
sabiduría, frescura y guasa apartes igua-
les, siempre tiene un guiño humorísti-
co o chascarrillo en forma de rapapol-
vo o de apodo improvisado para cada
uno de sus fieles parroquianos... Y siem-
pre a viva voz, en el Currón todo se dice
a viva voz. En la barra lleva el timón su
hijo JoséAntonio (1978), infatigable, eléc-
trico y digno sucesor, atiende y anota
las diferentes cuentas a la antigua usan-
za, a tiza en un barril. Ambos coinc iden
en la receta para mantener la esencia
durantemás demedio siglo y conseguir
que funcione como negocio: «Hay que
tener una paciencia y un temple a prue-
ba de bomba, además de mucha mano
izquierda y sentido del humor».
«Ancá Currón» se puede compartir
mostrador con el almamás pusilánime
del globo, con elmás dicharachero y con
el que a las primeras de cambio se arran-
ca a cantar un fandango en cuestión de
segundos. Esta mezcla consigue una
amalgama tan variopinta capaz de di-
bujar un ambiente muy especial.
No se sirve comida
Entre lasmuchas peculiaridades de este
negocio destaca el hecho de que, pese a
no estar prohibido, no entran mujeres
salvo en contadas excepciones. Y es que
hace sesenta y tres años fue creado como
punto de encuentro de los hombres que
acababan de terminar sus respectivas
jornadas en el campo y apetecían de-
gustar el mosto que allí mismo pisaba
Antonio. Hoy día se sigue respetando
esa tradición. También como en sus orí-
gene, tiene la particularidad de que no
se sirve comida, solo altramuces, caca-
huetes, aceitunas y aliño de papas. No
obstante, allí come todo el mundo. Son
los propios clientes quienes traen los
alimentos. Adiario uno o varios grupos
de amigos se citan en su patio para co-
cinar una paella o una barbacoa cuyos
ingredientes han aportado ellos mis-
mos. Los dueños apoyan estas iniciati-
vas aportando las paelleras o planchas
que hagan falta sin cobrar nada, solo
hay que pagar la bebida.
Por estos y otros detalles, Currón for-
ma parte de ese reducto tabernario que
perdura en el tiempo y que sigue refle-
jando estampas que ya describiese en
el siglo XIXBécquer en la «La Venta de
Los Gatos», donde queda patente el em-
brujo y magnetismo de estos bares.
F. RODRIGUEZ MURUBE
José Antonio Begines y su padre, José Begines, en su bar, que cumple 63 años abierto en Los Palacios
LOS PALACIOS
Clientela diferente
Su variopinta mezcla,
fundamentalmente
masculina, dibuja
ambientes muy peculiares
Taberna Currón, donde el saber
y la risa se confunden
∑
Fundado en 1952, ha
sabido transmitir su
esencia a las nuevas
generaciones
Bajo el lema «Si él no puede, hazlo
tú», el Ayuntamiento de Los Molares
ha puesto en marcha una campaña
de concienciación para los dueños
de mascotas, exactamente perros,
para mantener el pueblo más limpio.
El propósito de esta iniciativa es con-
cienciar a la población de que tener
un perro implica una responsabili-
dad, tanto para el animal como para
su dueño. F.R.M.
Campaña dirigida a los
dueños de mascotas
La piscina municipal de El Coronil
bate su propio récord en la venta de
bonos. Cerca de mil personas dispo-
nen ya de su acreditación para esta
temporada. Asimismo, hace escasos
días dicho recinto fue sometida a una
inspección por parte de las autorida-
des competentes, pasándola de ma-
nera favorable y recibiendo una nota
alta tanto las instalaciones como el
trabajo de los técnicos. F.R.M.
Récord de bonos para la
piscina municipal
LOS MOLARES
EL CORONIL
Lebrija · Las Cabezas de San Juan · Los Molares · Los Palacios · Utrera
ABC
MARTES, 7 DE JULIO DE 2015
ABC DE LA PROVINCIA
13
abc.es