ESTOY EN OTRO MUNDO
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Dices mi mirada ausente,
cuando me hablas de cuentos,
que a veces traen los vientos
de gente en sutil ambiente,
muy leal a la corriente,
a tradición o adecuado,
donde volar es pecado,
en libertad de los sueños,
que dan suelta a mis empeños,
porque a mi antojo estoy atado.
¿Quién pone barrera,
a ideal divergente,
que va contra carrera,
de todos a la fuente,
y acaso bebiera,
por ser lo más prudente…?
Pone barrera… la hipocresía ingrata,
que consigue de la norma provecho,
siempre a su favor y bajo su techo
y a veces pudor ajeno maltrata.
Estoy en otro mundo que me desata,
de palabrería trivial al acecho,
con sumario que pretende despecho,
y hambre de perjurio en casta barata.
Estoy en otro mundo, voy a mi deriva,
buscando adalid que ate mi bosquejo,
si aciaga banalidad no cautiva.