AMAR SIN PROTOCOLOS
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Noche de calor y agobios,
escaleras, nardos, flores…
Figurines de colores,
por allí suben los novios,
puros, limpios de microbios,
con el séquito a la cena,
y después a la verbena,
previo beso maravilla,
de pie, en lo alto de una silla…
Así empieza la condena,
que tira fortuna,
por un día y una noche;
a seguir la hambruna,
con necio derroche,
que ansía el protocolo,
para contar solo,
voluntad que alcance cubrir banquete;
o tomar préstamo o vender alhaja,
si no se quiere una cama de paja,
sino fino lecho y oro en el retrete.
¡Ay amor que tanto y tanto me complete!,
a la sombra de un sauce se relaja,
caricia tuya y mía cuando desgaja,
en adalid de encanto que promete.
Amores tiernos entre bambalinas.
Nunca se miran en mejor espejo.
Nacen con pasión, acaban en ruinas.