IBERIA
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Antonio Pérez
Mancha Real
Una vez me contó un sueño, cierto personaje de la
península Ibérica. Nuestra tierra de piel de toro.
El mantiene que Europa es demasiado grande, casi
siempre dominada por los dos o tres países más
fuertes. Desde que España entró en el grupo,
aunque hubo algún tiempo que se notaron
beneficios para la población; el balance global es
que hemos ido hacia atrás.
Soñó que nos salimos del grupo y que habíamos
formado una gran nación, con nuestros hermanos
pobres: los portugueses, para tal fin se realizaron
votaciones en los dos países, y se llegó al consenso
unánime de crear una federación de estados
independientes con el nombre de Iberia. Así:
Andalucía, País Vasco, Cataluña, Castilla, Galicia,
País Valenciano..., junto con otras regiones de
Portugal, formaron una república federal, donde el
poder emanaba de abajo a arriba, hacia el
gobierno central; de esta manera se formó una
unión dentro de la variedad, al contrario de lo que
sucede en estos momentos...el Estado Central
dirige una unión, dentro de la uniformidad. No es
lo mismo que los distinto estados, sean como
familias con el padre que dirige, distribuye y la
propia familia se administra sola, a ser familias
dependientes de otro elemento superior que les
suministra los recursos. Como hijos, casi siempre
carecemos de la consciencia del gasto; nuestra
misión es pedir, y si tenemos un protector
generoso, todos vamos a pique.
Los estados estaban dentro de una simetría, donde
los ciudadanos tenían las mismas posibilidades y
derechos. No era coherente que ciertos estados
gozaran de más privilegios, por razones de historia
u otras circunstancias especiales.
El Gobierno Central emanaba de un
parlamento con representación de los distintos
estados, siendo sus competencias principales:
Defensa, representación exterior y coordinar las
desigualdades entre estados.