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Agustín Barrera. Casa de la Cultura

La Roda de Andalucía

Fútbol 7 contra la droga. Miércoles 24 de

junio. Nuevo campo municipal. 19 horas.

AGENDA

23-25 JUNIO

Editado por

Diario ABC, S. L.

Albert Einstein, 10

Isla de la Cartuja

41092 Sevilla

Coordinador: Jesús Álvarez

@alvarezjesus65

provincia

«Mairena poco podía hacer

contra las tropas napoleónicas»

A. GUILLÉN

MAIRENA DEL ALCOR

José Manuel Navarro (Mairena del Al-

cor, 1967) lleva más de veinte años in-

tercalando su labor como docente con

las tareas de investigación. Dicho tra-

bajo se ha materializado en varios li-

bros y artículos publicados en las más

prestigiosas revistas científicas. Es un

habitual de congresos nacionales de

Historia y ha llevado sus ponencias a

ciudades como París, Lisboa, Chipre

o Hamburgo. El Ayuntamiento de Mai-

rena ha sido el responsable de editar

su último libro hasta la fecha, «Maire-

na del Alcor en la Guerra de la Inde-

pendencia», en el que analiza los por-

menores de la ocupación francesa en

su pueblo natal, y sirvió a su autor

como trabajo de investigación previo

a la tesis doctoral, calificada finalmen-

te con sobresaliente «cum laude».

–¿Qué supone para un pueblo como

Mairena la llegadadel ejército francés?

–Mairena era un pequeño pueblo agrí-

cola con poco más de dos mil quinien-

tos habitantes que poco podía hacer

contra las tropas napoleónicas, la re-

sistencia fue casi nula. La población

huye y se refugia como buenamente

puede. Los primeros en llegar son la

caballería con unos tres o cuatro mil

efectivos. Sabemos que a su paso los

soldados franceses arrasan bodegas y

El historiador publica

«Mairena del Alcor en

la Guerra de la

Independencia»

Invasión francesa

«Los abuelos de Daoiz vivían

en Mairena del Alcor y hay

cartas que demuestran que

visitó varias veces el pueblo»

José Manuel

Navarro

A.G.

Última

José Manuel Navarro

requisan depósitos de trigos y víveres,

aunque parece que respetan la mayo-

ría de casas particulares. En cuanto a

la administración, el ayuntamiento se

convierte inmediatamente en un ór-

gano encargado de recaudar impues-

tos y obtener lo necesario del pueblo

para el abastecimiento del régimen jo-

sefino.

–Además de ofrecer los detalles de la

ocupación, entre el material comple-

mentario dedica un capítulo a Daoiz,

y otro a José Gómez ¿por qué?

–Daoiz estaba vinculado familiarmen-

te con Mairena del Alcor, sus abuelos

vivían aquí. Sabemos, por algunas de

sus cartas que se conservan, que pasó

temporadas en el pueblo visitando a

sus abuelos, y además, esto me sirve

para aportar más datos y explicar el

porqué se le dio su nombre a una de

las calles más céntricas del pueblo, que

es algo que la mayoría de la gente des-

conoce. A José Gómez lo descubrí a tra-

vés del trabajo de un compañero, José

Luis Díaz Torrejón. José Gómez fue un

mairenero que además de participar

en Trafalgar, combatió como guerri-

llero contra los franceses, de hecho las

autoridades pusieron precio a su ca-

beza, y que a la postre llegó a ser te-

niente del ejército español. Estuve si-

guiendo su pista y descubrí que des-

pués

de

la

guerra,

como

reconocimiento a su labor probable-

mente, fue nombrado jefe de una par-

tida de migueletes que perseguían a

los bandoleros por la zona de la Cam-

piña y Los Alcores.

–Pese a que los franceses huyen de

Mairena en agosto de 1812, el libro

termina con un capítulo dedicado al

paso de las infantas de Portugal por

el pueblo en 1816…

Podríamos usarlo como elemento sim-

bólico, como un momento que sirve

para ilustrar el fin de la posguerra en

Mairena. Un pueblo que en 1813 esta-

ba literalmente en la ruina, en apenas

tres años consigue reponerse y enga-

lanarse para recibir a la comitiva de

las infantas portuguesas con sus me-

jores galas. Podemos afirmar con los

datos en lamano que se alcanzan apro-

ximadamente los niveles de produc-

ción previos al conflicto. Al contrario

que en otros pueblos como Carmona,

que tardó más en recuperarse, Maire-

na se repuso con relativa rapidez gra-

cias a una burguesía bien organizada,

un pósito que prestaba trigo barato, o

sea, justo lo contrario de lo que pasa

ahora con los bancos, y claro, la ayu-

da de varios años de buenas cosechas.