Bulevar Sur Sevilla Otoño 2018

| Nos comemos las tendencias

Manuel Obando ayuda a colocar el velo a una de sus novias en el taller. Abajo, Manuel Obando participa en la entrevista de Bulevar Sur sobre los diseñadores de novia sevillanos.

«Sevilla tiene una gran tradición costurera que se reconoce también fuera de la ciudad» Manuel Obando

BODAS TODO EL AÑO  Respecto a la temporalidad de los enlaces, los cuatro entrevista- dos asumen que cada día se dan más las bodas de invierno, algo que, en buena medida, está rompiendo con la temporalidad de su oficio. «Ahora hay bodas en todos los meses del año afortunada- mente», agradece Pipa. Ana Rojas es, según confiesa, una entu- siasta de las ceremonias de esta época del año: «Me encantan los vestidos de novia y el aire que da el invierno a las bodas, porque los invitados se arreglan más y entran en juego la piel, los bolsos, el terciopelo...». Todos le dan la razón. En cuanto a los materiales, las cuatro firmas les conceden una im- portancia prioritaria. «Soy un loco de los tejidos», expresa Obando, un enamorado de la seda natural al que, no obstante, le encanta sorprenderse con telas que aún no ha trabajado. «Lo importante es que caiga bien. Cuando encuentras un tejido original, es fantástico, puedes hacer maravillas», reconoce Ana Rojas, cuya firma, Carmen Maza, suele unir los tejidos a piezas antiguas que les van acoplan- do. Respecto a los distribuidores, cada vez son más los que trabajan desde aquí, de modo que ya para el diseñador de moda nupcial en Sevilla no es tan importante viajar a buscar las telas. Uno de los cambios que ha vivido el mundo de la moda de los úl- timos años es la explosión de los influencers. En el caso de estos creadores, es un fenómeno que miran con respeto pero con cier- ta distancia. «Profesionalmente, no podemos estar ajenos pero nuestra prioridad es la clienta», aseveran. Pipa Porras reconoce que es bueno para una marca vestir a las celebrities pero que lo mejor del trabajo se da en el día a día con la gente real. Para Mara Álvarez, su trabajo sigue caminando por otros derroteros: «Llevamos muchos años de profesión y preferimos no entrar en ese mundo para defender nuestro trabajo. Lo respetamos, pero elegimos seguir nuestro camino».

EL TRAJE DE NOVIA ES UN ARTE La charla acaba entre risas y comentarios en torno al mundillo. Cae la noche sobre el florido patio del hotel, es viernes y la sema- na ha sido dura en entregas de vestidos. Antes de marcharnos, les hacemos una última pregunta: ¿El traje de novia es un arte? Los entrevistados asienten sin pestañear. «Y para diseñar tienes que ser un artista, igual que para la elaboración del traje», responde Rojas. «Por supuesto, y has de tener el talento para imaginar algo que no vas poder a contemplar hasta el final», apostilla Oban- do. «El mimo que se le da a un traje de novia y lo que significa lo convierte, sin duda, un tipo de arte», se suman Pipa y Mara. Como artistas que son, buscan la inspiración en todo lo que ven y experimentan: una chica que camina por la calle, una película, una casa, un tejido… todos esos matices los van guardando en el disco duro hasta que un día, delante de una novia ilusionada, salen a la superficie. Y ahí es donde empiezan a producir su magia.

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