Bulevar Sur Sevilla Otoño 2018

E l taller de Rafa García Forcada es él abierto en canal. Una fragancia suave de higos conquista al que pasa desde el primer instante. Dentro habita un orden rela- jado, una cadencia de objetos perfectamente situados en el lugar que les ha brindado el carisma caprichoso de este artista multidisciplinar. Todo es bello en los 100 metros cuadrados donde trabaja varios oficios: pinta, dibuja, confecciona trajes de novia y crea las colecciones de moda que han puesto su nombre en el Olimpo de la modernidad dentro y fuera de Sevilla. Desde las losetas del suelo a las cortinas blancas por las que se fil- tra la luz; desde las tijeras de corte antiguas y doradas a los bocetos dibujados sobre la madera de una mesa o el mimo de los ramos de flores que iluminan el espacio aquí y allí. García Forcada se expresa en cada uno de los objetos de los que se rodea. Mientras comienza la sesión de fotos, agarra sus tijeras y urde un especta- cular vestido de fiesta en cinco minutos. Literalmente. Trabaja rápido, casi sin esfuerzo, como si se deslizara. Quien está detrás de toda esta belleza no se consideró artista hasta rondar los 40 años. Pero desde muy joven había demostrado un talento natural para la creación. Tuvo que venir un reportero inglés de Conde Nast y asegurarle, con los ojos encendidos, que le recor- daba a Balenciaga. Sólo entonces, empezó tomarse en serio su valía, un camino que arranca con la que fue vocación primera, la pintura. Su nombre, que ha aparecido en The New York Times y en Vogue, es sinónimo de la dinamización de Sevilla de los últimos años. El cambio del Soho Benita «Es la ciudad más bonita del mundo, tiene unas tradiciones mara- villosas, mucho talento, pero quizás ha estado demasiado ensimis- mada y necesitaba un cambio», asegura el diseñador. Hace 15 años, inspirado en lo que había visto en otros lugares, creó su primer negocio, una tienda de muebles en Los Remedios. Hace una década, dio el salto al centro y abrió La Importadora, una boutique de aire parisino con la que inauguró la mutación que se ha vivido la calle Pérez Galdós y sus alrededores, hoy conocidos como el Soho Beni- ta, una de las zonas más modernas de la ciudad, con una veintena de negocios que en nada se parecen al comercio tradicional sevillano. «Están muy bien la Feria y la Semana Santa, nuestra gastronomía, nuestro clima… pero tenemos que pasar al mundo por otras cuestiones» Antes de todo esto, Rafa pintaba. «En casa siempre he vivido en un ambiente cercano al arte. Mi madre es comerciante de moda y me leía a García Lorca para dormir. Mi padre, hombre del cam- po, me aportó el mundo de la naturaleza. Pero fue una tía abuela mía aficionada al arte quien me inoculó el veneno de la pintura. Me decía que si le hacía un dibujo, ella se encargaría de enmar- cármelo, y fue así como me fui animando a explorar. Ya en la adolescencia, recuerdo volverme solo de la discoteca y ponerme a pintar como un loco. Quise estudiar Arquitectura pero, como no me dio la nota, mi profesora de Dibujo Técnico me animó a darle oportunidad a las Bellas Artes porque le gustó cómo trabajaba con el color. Aprobé el examen de ingreso a la primera».

En el mundo de... |

61

Made with FlippingBook - Online Brochure Maker