Nutrición en la salud y la enfermedad

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CAPÍTULO 48 ■

COMPOSICIÓN CORPORAL

TABLA 48-8 ESTÁNDARES DE PORCENTAJE DE GRASA CORPORAL RELACIONADOS CON LA SALUD PARA NIÑOS Y JÓVENES

MUJERES

HOMBRES

edad (a)

HFZ

NI: ALGO DE RIESGO NI: ALTO RIESGO HFZ

NI: ALGO DE RIESGO NI: ALTO RIESGO

5 6 7 8 9

9,8-20,8 9,9-20,8 10,1-20,8 10,5-20,8 11,0-22,6 11,6-24,3 12,2-25,7 12,7-26,7 13,4-27,7 14,0-28,5 14,6-29,1 15,3-29,7 15,9-30,4 15,5-31,3

20,9 20,9 20,9 20,9 22,7 24,4 25,8 27,8 26,8 29,2 29,8 30,5 30,5 31,4

$ 28,4 $ 28,4 $ 28,4 $ 28,4 $ 30,8 $ 33,0 $ 34,5 $ 35,5 $ 36,3 $ 36,8 $ 37,1 $ 37,4 $ 37,9 $ 38,6

8,9-18,8 8,5-18,8 8,3-18,8 8,4-18,8 8,7-20,6 8,9-22,4 8,8-23,6 8,4-23,6 7,8-22,8 7,1-21,3 6,6-20,1 6,5-20,1 6,7-20,9 7,0-22,2

18,9 18,9 18,9 18,9 20,7 22,5 23,7 23,7 22,9 21,4 20,2 20,2 21,0 22,3

$ 27,0 $ 27,0 $ 27,0 $ 27,0 $ 30,1 $ 33,2 $ 35,4 $ 35,9 $ 35,0 $ 33,2 $ 31,5 $ 31,6 $ 33,0 $ 35,1

10 11 12 13 14 15 16 17

, 17

HFZ , Zona de Aptitud Física; NI : Algo de riesgo, necesita mejoras, algo de rieso; NI : Alto riesgo, necesita mejoras, alto riesgo. De Laurson KR, Eisenmann JC, Welk GJ. Desarrollo de estándares de porcentaje de grasa corporal de jóvenes mediante curvas características del fun- cionamiento del receptor. Am J Prev Med 2011; 41(Suppl2):S93-9, con autorización, criterios de referencia (presencia o ausencia de síndrome meta- bólico) normas de grasa corporal utilizadas en Fitnessgram, valoración de la condición física relacionada con la salud (http://www.cooperinstitute.org/ youthfitnessgram).

La valoración de la distribución de la grasa, suele impli- car la medición de un sitio o variable en relación con otro, de modo que una distribución de grasa “tipo” dicotómi- ca se pueda identificar, como en distribución ginoide o androide. El término patrón de grasa se utiliza para refe- rirse a la distribución de SAT, para distinguirla de la acu- mulación de grasa interna. La edad, el género y las dife- rencias por procedencia étnica en los patrones de grasa suelen estudiarse utilizando medidas antropométricas y varios índices y razones (17). En general, SAT aumenta en el tronco en los varones durante la adolescencia y en las niñas aumenta la grasa en los glúteos, lo que condu- ce a patrones distintos de grasa en hombres (androide) y mujeres (ginoide), característicos de la edad adulta. Estos cambios están asociados con la madurez sexual, niveles de hormonas sexuales y cambios de lípidos plasmáticos y con- centraciones de lipoproteínas de colesterol. En los adultos de ambos sexos, un patrón de grasa androide está asociado con un espectro de factores de riesgos metabólicos para la enfermedad crónica, incluyendo hipercortisolismo, hiper- colesterolemia, hipertensión y resistencia a la insulina. El riesgo de trastornos metabólicos se relaciona más con el tejido adiposo intraabdominal o visceral que con un patrón subcutáneo. Muchos estudios utilizan las relacio- nes de circunferencia de la cintura, la cintura y la cade- ra u otras, como sustitutos para describir el tejido adipo- so visceral (106), si bien faltan datos longitudinales sobre muestras representativas. Algunos datos sugieren que la circunferencia de la cintura aumenta más en las muje- res (0,28 cm/año) que en hombres (0,18 cm/año) duran- te su ciclo de vida, aunque los hombres tienen mayores AMPLE proporciones de cintura a cadera con respecto a la grasa total del cuerpo que las mujeres. La circunferencia de la cintura y la relación cintura-ca- dera son medidas bastante insensibles a la adiposidad vis- ceral, en especial para detectar cambios y en poblaciones de edad avanzada. No obstante, los pocos estudios que utilizaron técnicas de imágenes para describir los cam- bios relacionados con la edad en el tejido adiposo visceral, apoyaron los patrones descritos que utilizaron sus sustitu- tos antropométricos (1). El tejido adiposo visceral aumen- ta con la edad, en especial durante la edad mediana. Las mujeres presentan un notorio aumento durante la meno- pausia. Durante la vejez, las cantidades absolutas del teji- do adiposo visceral se mantienen bastante estables, aun- que éste puede aumentar en relación con la grasa corpo- ral total, porque esta última disminuye durante la senec- tud. A pesar de sus limitaciones, la circunferencia de la cintura es un sustituto generalizado para el tejido adiposo visceral y se desarrollaron datos de referencia. En combi- nación con el IMC, la circunferencia de la cintura predice el riesgo de enfermedad mejor que cualquier otra medida por sí sola (v. tabla 48-2). A medida que se desarrolla la obesidad, el aumento en el tamaño y número de adipocitos conduce a depósi- tos lipídicos dentro y alrededor de los órganos y tejidos involucrados en el metabolismo de la energía, mientras el exceso de lípidos se redirige al hígado, masa osteomus- cular, miocardio, vasos sanguíneos y células pancreáticas β. Este tipo de infiltración de grasa ectópica contribuye a un aumento del riesgo de diabetes y enfermedad cardio- vascular a través de la secreción de factores de relajación,

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