ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019
JOAQUÍN TURINA Compositor Partituras universales
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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019
HEMEROTECA ABC
Se recuerda que «todo acto público debe ser autorizado previamente» con ocho días de antelación por la Delegación de Propaganda, que exige relación de conferenciantes y el guión que se tratará 1943 16 FEBRERO
EL NIÑO PRODIGIO QUE DEBUTÓ CON QUINCE AÑOS EN SU SEVILLA NATAL SE CONVIRTIÓ EN EL ESTANDARTE DE LA MÚSICA HISPALENSE
POR CARLOS TARÍN
El músico Joaquín Turina, sentado al piano en su estudio de Madrid
ABC
L A música española ha
nes folclóricas españolas o, como es usted de Sevilla, sobre el folklore de Andalucía», aclarando que se trataba de «hacer música española con acento universal». El inicio de la I Guerra Mundial repatriaría a nuestros compositores –a Turina a Madrid, donde se asentaría hasta su muerte en 1949–, poniendo en práctica el consejo de Albéniz, pero sin olvidar -ya era imposible- la vanguardia aprendida y deglutida en París durante 8 años. El maestro Enrique Franco, que trató a Turina, insiste en ello y reniega del tópico del «sevillanismo» estricto del compositor, desvin- culándolo de un localismo extremo que no permitiría disfrutar una estética más ambiciosa. Es más, llega a afirmar con rotundidad que «un estudio pormenorizado de las citas populares en la obra turiniana arrojaría un saldo si no negativo, sí prudentemente comedido». Se sintió atraído pronto por el sinfonismo, y para la orquesta firmó páginas muy recordadas como las «Danzas fantásticas», la «Sinfonía sevillana» o la «Procesión del Rocío», entre muchas, donde aúna gran variedad de ritmos, chispeantes melodías y unas armonías suma- mente evocadoras. El piano también tuvo un gran apartado, ya que había sido siempre un precoz y virtuoso intérprete, y a veces lo aunó con la música de cámara (precisamente su referido quinteto, primera obra «oficial», no era otra cosa que un cuarteto de cuerda con piano). Precisamente este género camerístico fue poco cultivado por el resto de los compositores de su generación.
tenido poca trascendencia allende nuestras fronteras, si exceptuamos el siglo XVI, etapa
áurea donde las haya. Allí destacaron Tomás Luis de Victoria, Cristóbal de Morales y Francis- co Guerrero; y de esta terna dorada sobresalimos que los dos últimos citados fuesen sevillanos, cuya música se conoció por toda Europa. Desde entonces, el Viejo Continente no supo más de nosotros hasta que el impresionismo de princi- pios del siglo XX y la erección de París como capital cultural del mundo ejerció un efecto centrípeto para artistas de distintos países, entre ellos España. De la avanzadilla musical hispana, el grupo formado por Falla, Albéniz y Nin acogió en la ciudad del Sena al joven y ambicioso sevillano. De hecho, el camino parecía tan ineludible como la meta. Allí Turina intentó perfeccionar su virtuosismo pianístico con Moritz Moszkowski, mientras en composición optaría por el más conservador Vincent d’Indy –frente a Falla, que se acercaría más a Debussy–, lo que no quiere decir que Turina no admirase y asumiese muchos postulados impresionistas. Pero en una velada que el músico siempre consideró que cambió su vida, Falla y Albéniz lo orientaron hacia una visión más nacionalista de su música. Tras escucharlo en el concierto y reconocer claramente el estilo de César Frank, Albéniz llegó a prometerle que conseguiría que se publicase el quinteto de cuerda interpretado a cambio de una proposición: «Usted debe prometerme que no escribirá más música de este género. Debe asentar su arte sobre cancio-
VIDAS DE PAPEL
8/11/1950
Al año siguiente de su muerte en Madrid, se sigue resaltando la producción musical de Joaquín Turina con artículos periodísticos que glosan sus más
sentidas y reconocidas partituras hispalenses 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA
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