ESPECIAL CARNAVAL 2021 LA VOZ 21-02-2021

S U P L E M E N T O E S P E C I A L D O M I N G O 2 1 · 0 2 · 2 0 2 1

ESPECIAL 18

2021

CARNAVAL

El Carnaval dio el Golpe el 23-F

Cuarenta años deesedía queparalizóel país peroCádiz nodejóde cantar

descanso antes de que comience la se- sión nocturna. 21.00 horas. Valencia. Y en la calle, los tanques. España queda paralizada. Tal es la confusión que realmente no se sabe ni quien manda, si Suárez o Milans del Bosch. Hasta 1.800 efectivos y 60 carros de combate circulan por la capital del Tu- ria para velar por el cumplimiento del toque de queda. Cádiz. En la calle, mucho ruido, un estruendo. Invade la plaza el coro ‘En- tre pitos y flautas’ de la Salle-Viña. El contraste entre las imágenes de la tele- visión y las que se reproducían en las re- tinas de los gaditanos es delirante. En la radio se escuchabamúsicamilitar y jun- to a San Rafael los sones de una falseta de tango. Cortaban la retransmisión en Madrid, cortaban las calles enCádiz a rit- mo de desfile carnavalesco. De los tan- ques deValencia a los coches del coro de un joven aspirante a sanitario Julio Par- do, ‘Los locos del volante’, con un tan Ángel Subiela en la cuerda de tenores.

niabiendoloridoencasaperopillauntaxi y sale corriendohacia Fragela. Por instan- tes el Falla parece un velódromo. Tam- bién aparecen otros ediles de la corpora- ción y el propio alcaldeCarlos Díaz. Hay que tomarunadecisión. «¿Quéhacemos?» «¿Qué vamos a hacer? Nosotros he- mos venido a cantar así que vamos a sa- lir cantar», sentencia con voz poderosa el director ManoloMoreno, director de los pintores. 19.00 horas. Madrid. Adolfo Suárez y SantiagoCarrillo permanecen en sus es- caños. Gutiérrez Mellado se enfrenta a los hombres armados. Milans del Bosch asume todos los poderes en Valencia y el capitán Muñecas ‘tranquiliza’ a los diputados en el hemiciclo. Conversa- ciones al máximo nivel. Sabino Fernán- dezCampo entra en el despacho del Rey Don Juan Carlos I, pegado también la transistor: «Majestad, han dado un gol- pe de Estado». Cádiz. Díaz se reúne con sus ediles. EnMadrid pegando tiros y enCádiz con el Carnaval. Hay que decidir si suspen- der el Concurso o seguir adelante. La opi- nión no es unánime. Se percibe el mie- do. Hay quienes se saben señalados. El propio Mena, del Partido Comunista y que hace poco regresó de su exilio en Francia. Los rumores intoxican el am- biente y hasta se divulga demanera erró- nea que losmilitares rebeldes han toma- do el cuartel de San Fernando. La calma tensa El Concurso sigue adelante. «Tendrá que venir laAutoridad para suspenderlo. Lo hecho por el pueblo debe seguir funcio- nando», sentencian. El Carnaval desa- fiante. También, con esta actitud se lan- za un mensaje de tranquilidad a la ciu- dadanía. Si sigue su curso es que todo va bien. Es preciso que no cunda el nervio- sismo en las calles. El concejal Juan José

marcha de la función. Algunomás le si- gue pero no hay desbandada. Cádiz es unmundo aparte. Entre bambalinas es- cucha un nerviosísimo zagal, un peque- ño llamado Ramoni que agradece esa oportunidad de que adultos e infantes se crucen entre los pasillos y compartan escena. En el patio de butacas está toda la familia, la abuela tambiénha ido a ver- lo y presume con orgullo. Pero nadamás acabar el padre lo recoge y se lo lleva co- rriendo a casa, entre lágrimas porque este chico quiere seguir disfrutando de la función. Salen todos a la calle para el los coros tomaron la plaza conun ruidoensordecedor Mientras enValencia sacaron los tanques a la calley todo quedóen silencio, enCádiz

JOSÉ MARÍA AGUILERA  jaguilera@lavozdigital.es

La insurrección de Tejero provocó el miedo en todos los rincones pero no pudo parar el Concurso de agrupaciones del Falla; esta es la historia de un desafío CÁDIZ. Lunes, 23 de febrero de 1981. 18:23 horas. Madrid. Congreso de los Di- putados. «Quieto todo el mundo. Al sue- lo». El coronel Antonio Tejero irrumpe en la sala escoltado por una cohorte de guardias civiles, ‘secuestrando’ a los re- presentantes del pueblo y con ellos a la democraciamientras le apuntan con sus fusiles. En esta incipiente etapa deTran- sición, España sufre sumayor desafío y entre la pólvora y el humo de esos pri- meros disparos al aire se pueden oler aro- mas de un pasado demasiado cercano. Lunes. 23 de febrero de 1981. 18:23 horas. Cádiz. Gran Teatro Falla. Sesión de tarde del Concurso deCarnaval. Tras la actuación de ‘Los concertistas’ y ‘Al- bores’, los integrantes de la comparsa ‘Los pintores deVersalles’ calientan vo- ces en camerinos. Son los próximos en salir a escena. Aparece con la cara desen- cajada, pálida, un joven Diego Brun, miembro de laComisiónde Fiestas. «Javi, que han dado un golpe de Estado en la capital». «¿Qué dices Diego? ¿Te estás quedando conmigo o qué? Parece que te ha bajado la tensión, estás blanco como

la pared», responde Osuna. «Que sí. Que Pepe Benítez me aca- ba de pasar los cascos de la radio. Que se ha escuchado. Todo el mundo al suelo. Y dis- paros. Y se ha parado la conexión». Calma tensa.Oten- sión controlada. Es la incertidumbre, elmie- do real, que siempre se atrinchera en el prólo- go. Diego se marcha saltando entre escalo- nes para reunirse con los compañeros de la comisión. Hanavisado al concejal de Fiestas PepeMena, que se en- contraba conuna her-

Gelos serena a losmiembros del jurado e invita a una tapita de ja- món, queso, gambitas yunvi- nito de la tierra. La presentación de ‘Los pintores deVersalles’ sue- na delicioso. An- tonio Bustos lo ha vuelto a ha- cer. En la oscuri- dad del patio de butacas, Javi Osuna escudriña entre las sombras y observa como una pareja reco- ge el abrigo y se

Programa de actuación.

El cuarteto ‘Cuatro parlamentarios parlanchines y estrafalarios’ sacaron en su

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