ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020

saldría de la parroquia de la Compañía con destino a la Ca- tedral. Sólo participarían la Oración en el Huerto, el Señor amarrado a la columna, Jesús Nazareno, Cristo Crucifica- do, el Santo Sepulcro y la Soledad, que representó la Vir- gen de los Dolores. Los hermanos irían sin túnica y des- cubiertos, y desde luego las imágenes sin palio. Las imá- genes no llevarán «vestidos que no sean propios y correspondientes a la gravedad y decencia y a la seriedad del paso que representan, ni alhaja alguna de piedras, oro, plata, peinado ni otro ornato que desdiga por cualquier respeto». Se prohibían uniformes de soldados romanos y los pasos «del Descendimiento, apóstoles y ángeles». El obispo no quiso destruir, sino reconstruir con otras bases una fiesta que se desangraba año tras año y donde no faltaban los problemas ni la indisciplina de las herman- dades, resalta el hermano mayor del Sepulcro. Terminó una época, pero para que otra empezase hubo que espe- rar hasta 1849, y por iniciativa del Ayuntamiento, ya que las pocas hermandades que sobrevivieron no tenían fuer- zas ni para intentarlo. Tampoco se aplicó al pie de la letra, lo que permitió que entraran algunas imágenes no previs- tas, como las Angustias. Y, como recuerda Enrique León, «la Semana Santa de hoy es hija de Trevilla y de la Ilustra- ción». Se renegó de él, pero hasta la década de 1970, con Cirarda, estuvieron presentes algunas de sus ideas. VALERIO MERINO

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