ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022

lumbrante en la que destacan, dentro del contrastado virtuosismo del orfebre, las pequeñas imágenes de San Rafael y la Virgen de la Fuensanta, ejes del devocionario cordobés. Es la misma corona que serviría, 34 años des- pués, para coronar canónicamente a la imagen en la Real Iglesia de San Pablo de manos de Infantes Florido. Pero hay que volver a la yema de los 50. Los hermanos de laMisericordia habían contemplado los acontecimien- tos dispuestos a acudir a los tribunales pero la sangre, afor- tunadamente, no llegó al río. Después de tantas demoras, laMisericordia pudo estrenar finalmente la corona que se impuso solemnemente a la Virgen de las Lágrimas en una suntuosa ceremonia de medio pontifical celebrada el Do- mingo de Ramos de 1954, a la sazón año mariano convo- cado por Pío XII. Aquella coronación —si se le puede lla- mar así— se verificó en ausencia del obispo Fray Albino, indispuesto. El vicario general fue el encargado de deposi- tar la presea en las sienes de la imagen, entronizada en el camarín principal del retablomayor de San Pedro. Era un final feliz. Más allá de los tiras y aflojas con la cofradía, y hasta de las mentadas habladurías, Peidró había vuelto a alumbrar una auténtica obramaestra que situaba a la her- mandad de la Misericordia a la vanguardia estética de las artes y los oficios sacros del momento, sumando un acti- vo más a ese ambicioso programa estético —que tantos apuros económicos generó a la hermandad— que había ideado Rafael Díaz Peno. En la pieza, realizada en plata so- bredorada, abundan las alusiones a losmártires cordobe- ses: desde la urna de las reliquias representada en el rema- te del resplandor hasta las imágenes de Acisclo y Victoria que flanquean el escudo de la hermandad y las de Eulogio y Marcial que acompañan a las llaves y la tiara pontificia. Una pequeña placa situada en la parte posterior del remate reproduce una oración que recuerda la memoria de la joven Carmen Rojas, hija del donante y fallecida prematuramente en 1951 a la edad de quince años: «Ma- ría Santísima, Reina de cielos y tierra, te rogamos inter- cedas y alcances para tu sierva María del Carmen la com- pañía de los santos y elegidos y haz que siempre te invo- quemos confiados porque tú eres nuestro refugio y la esperanza de nuestra salvación». La presea de María Santísima Nazarena, obra de Alfonso Luque en los años 70, es la única que en las últimas décadas ha seguido el estilo de las que hizo Peidró San Rafael y la Virgen de la Fuensanta están entre las devociones cordobesas que pueblan las capillas de la corona de Nuestra Señora de las Angustias

Nuestra Señora de los Dolores, con la corona labrada por Peidró

RAFAEL CARMONA

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no del manto de los dolores hasta la crisis de los 60. La Vir- gen fue ‘coronada’ en 1953 pero el proceso tenía anteceden- tes: la imagen no había lucido una corona propiamente di- cha hasta entonces. Losmás viejos la recuerdan con la dia- dema de Aumente, que luego tuvo adosadamedia coronita. La primera propuesta para coronar solemnemente a la ima- gen la había lanzado el controvertido cofrade Manuel Re- vuelto Nieto. Y el mismo Aumente presentó un proyecto que no prosperó. Es importante el dato: el encargo de la co- rona definitiva hay que entenderlo dentro de ese proyec- to de ‘coronación’ que, evidentemente, quedaba aún lejos del privilegio canónico que sólo podían conceder entonces los capitulares de la basílica de San Pedro de Roma. Se presentaron tres proyectos: uno de Francisco León, otro de González Herrera y el de Peidró Dueñas, que se llevó el gato al agua, fijando el precio final de la joya en 50.000 pesetas. El diseño, como no, era de Mora Valle y en la realización —como en el caso de las Lágrimas— par- ticiparía Díaz Roncero además de Rafael Pedraza, que realizó los engastes de pedrería. La corona le fue impues- ta a la imagen el 1 de marzo de 1953 en San Agustín por el obispo dominico Fray Albino. Se trata de una joya des-

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TRÍO DE REINAS

PASIÓN EN CÓRDOBA

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