Especial Andalucia, abierta por vacaciones 2022

En el Museo Reina Sofía de Madrid y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo , en la Fundación Juan March y en la Real Aca- demia de Bellas Artes de San Fernando , de la que fue miembro (la segunda mujer en lo- grar este mérito, por cierto), pueden verse algunas de sus creaciones más notables. Las mismas que nos están sirviendo como hilo conductor. Pueblo a pueblo Coria del Río es la historia de abuelos que no hablan de albures, sino de esturiones. Camarones liberados por los remiendos de las redes e imágenes que se superponen a la memoria. Escenario y recuerdo, por tanto, comparten salón, por eso hay hueco para la nostalgia. Los tonos blanquecinos suenan a silencio. En su nada, dicen cosas. Si en los matorrales los parpeos de los somormujos, ya en La Puebla del Río , cobran relevan- cia en una tercera dimensión inexistente, la mirada se pierde en el confín albo de los bordes del cuadro. Lo blanco vuelve a hablar y ahora dice despedida. Yo he visto desde la

Los objetos de los habitantes quedan arrumbados y quietos: mesas, carretillas, aperos de labranza... Laffón lo recibe todo desde una sensibilidad extraordinaria

Taberna El Velero , donde el arroz con pato es el buque insignia, lo que ella supo transmitir como nadie. Esa sutileza de los atributos de aquí, que se aleja del costumbrismo al rehuir de la hipérbole, acer- cándose a su vez al pueblo en una suerte de estado ideal y primige- nio. Gelves es partida de veleros, nexo entre lo rural y lo urbano. Más allá de La Puebla, el camino lo apuesta todo al verde. Las pinceladas trepan como la enredadera al celebrar lo espontáneo. Los objetos de los habitantes quedan arrumbados y quietos: me- sas, carretillas, aperos de labranza... Laffón lo recibe todo desde una sensibilidad extraordinaria y lo devuelve con sello propio. Igual que hace el río, en el que el mundo se refracta y se mece entre lametones de plata: diferente al ajustarse el disfraz de surrealismo que trae la superficie inquieta. Los caseríos, que se visten de cal solo para con- trapresar lo profundo del horizonte, se esparcen por estos párrafos como en su muestra . Isla Mayor queda a la derecha, pero el centro es el mismo: una pequeña viña que se asienta en su sien y que le hace caminar por los humedales con rumbo fijo. El Guadalquivir agoniza, cansado ya desde Cazorla, y la artista se recrea en ese estado de pa-

RAÚL DOBLADO

El río y la ribera, elementos permanentes

en las obras de Carmen Laffón

VANESSA GÓMEZ

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