GURME Cádiz N15 Invierno 2023
Psicólogos de sala
Sergio Nieto no era feliz. O al menos, no tanto como le gustaría. Así que dejó atrás su trabajo y su profesión en Jerez de la Frontera para regresar al pueblo de su familia: Grazalema. Allí volvió a darle vida al que fuera negocio de sus abuelos, un bar en plena Plaza de España, en el que el vino y los productos de cercanía son los protagonistas, así como la autenticidad del propio local. Y la suya, habría que añadir. Casa Martín 1920 inauguró hace cinco años, y allí ha encontrado Sergio su felicidad junto a su mujer, María, y su hijo, Río, que llegó a la familia hace algo más de dos años. Sus clientes, tanto loca- les como forasteros, disfrutan de la felicidad de Sergio, como pueden comprobar en sus redes sociales (Instagram: @casa_martin_1920. Web: www.martin1920.com). Sergio, cinco años ya desde tu regreso a Grazalema, buscando lo que te hace feliz. ¿Lo has encontrado? Estoy en el sitio que he elegido. Fue una decisión fruto de un proceso de vida, en el que decides que tienes que cambiar algo para ser feliz. Yo elegí Grazalema para serlo, porque es el pueblo de mis padres, mis abuelos y mis bis- abuelos. Estoy en el sitio que quiero, trabajando en el oficio que quiero, sin descansar todo lo que quiero, eso sí. Pero el tiempo hará que cada vez tenga más flexibilidad y poder encontrar el equilibrio entre el trabajo y el disfrute de mi vida personal. Yo me siento feliz porque esta es mi casa, la de mi familia, y con mi hijo criándose aquí, junto a mi mujer. Estamos en una situación muy agra- dable, en un pueblo pequeño que nos permite hacer una vida mucho más sencilla que en una ciudad. Digo que sí, el cambio ha sido bueno y estoy muy feliz. ¿Por qué elegiste esta nueva profesión? Antes de plantearme este oficio de tabernero, camarero de vinos o como quieras llamarlo, yo buscaba a alguien detrás del mostrador que me aportase cosas. Rara vez lo encontré, porque esa figura antigua prácticamente ha desapareci- do. Así que decidí darle la vuelta a la tortilla y me he convertido en esa persona que me gustaría
encontrar. Con toda mi idiosincrasia, con mis elementos construidos a lo largo de la vida. E intento mostrarle a la gente mi alma, porque en estas paredes está mi alma. En tus redes, una de tus etiquetas recurrentes es la de #hacedordefelicidad. Cuéntanos más sobre esto… Yo me considero una persona alegre. Desde pequeño, siempre he dado mucha alegría a mi alrededor. Ahora que estoy en un espacio, mi obligación es que todas las personas que entren por esa puerta, sean más felices cuando se vayan. Y en un porcentaje alto, lo consigo. No es que tenga una varita mágica, lo que me sucede a mi es muy sencillo, y es que la gente está muy mal. Y yo lo que tengo es vino. Así resulta más fácil hacerles más felices y darles también un rato muy agradable en Casa Martín 1920. Para eso, también tienes que calarlos de primeras, ¿no? Sí, pero yo soy muy empático y me pongo en los pies de todas las personas para ver qué les preocupa, qué necesidades tienen. Incluso, para saber qué gracias puedes hacerles para que se vengan arriba y disfruten de su estancia aquí. Hay una línea que no puedes cruzar, pero yo intento casi pisarla para que ese cliente sienta el corazón de esta casa.
Psicólogos de sala Sergio Nieto de Casa Martín 1920, en Grazalema
Salva Moreno Fotos: Paco Martín
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