Revista EnSalsa 2 Primavera 2022

ENTREVISTA

empiezan a relacionarse unos con otros y con nosotros igual, además incitamos a ello. Si vemos que uno viene uno por primera vez, pre- guntando y hablando lo metemos en conversa- ción y ese vuelve. Eso lo hacemos. Hoy, por ejemplo, aunque haya mucha gente, son todos conocidos. ¿Llega a convertirse el camarero casi en un confidente? Sí, a la clientela de tanto tiempo la veo entrar por la puerta y sé cómo viene y lo que me va a pedir. Digo ¡buf!, hoy no se le puede gastar bromas... Igual que ellos me notan a mí si estoy serio, nosotros nos damos cuenta si tie- nen un mal día o vienen contentos. ¿Alguna anécdota o momento emotivo que recuerden? Lo más emotivo fue la fiesta del 50 aniversario del bar. Invitamos a todo el mundo, no solo a los clientes. Nos permitieron cortar la calle y hubo más de 1.000 personas. Tuvimos una charanga, en la cochera instalamos dos grifos,

en la puerta de mi hermana y mi cuñado pusi- mos para servir la comida. Estuvimos hasta las seis de la tarde, ¡arrasaron con todo!, se bebie- ron 30 barriles de cerveza, 40 cajas de refres- co... ¡fue una locura!. Si es que venía la gente sin ser clientes, pero nos daba igual. Pusimos un vaso con el 50 aniversario grabado, que lo cobrábamos a un euro, para que se lo quedara el cliente y viniera con el mismo a pedir la siguiente caña. ¿Hay diferencia entre la clientela de hace 30 años y la actual en cuanto a gustos o tenden- cias? No notamos que haya cambiado, lo único que notamos es que viene mucha más gente joven, pero tenemos gente de hace 30 años y se siguen comportando igual. No nos piden nada, nadie nos ha exigido nunca nada. Nosotros tra- bajamos así y a la gente, por lo que se ve, les gusta. Y no lo tocamos. En un bar, ¿el cliente ‘siempre lleva razón’? No, aquí no. Si tiene razón la tiene, y si no, no.

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