HOY EnSalsa 1 2021-09-17

ENTREVISTA

padre falleció con 33 años, mi madre estaba sola y aunque yo estudiaba por aquel entonces un ciclo para ser mecánico, tuve que dejarlo y empezar a buscar trabajo. Fui a dos sitios, pero no me cogieron, y cuando llegué aquí, al Venus, apostaron por mí. Bueno, aunque hay que decir que mi jefa María al principio no quería, porque decía que era muy bajito, que no llegaba ni al grifo, pero igualmente confia- ron. Algo que agradezco muchísimo, porque yo venía de las faldas de mi madre, sin embargo, he crecido y me he formado aquí. Mi jefa me dice algunas veces que me conoce mejor que mi madre. Y tiene razón, porque con mi madre he vivido 16 años y aquí llevo 32. En el Venus me he hecho un hombre. ¿Cuáles han sido los mejores momentos vivi- dos en este establecimiento? ¿Y los peores? Los mejores son mayoría. Por ejemplo, cuando vas aprendiendo a hacer las cosas, cuando los clientes te felicitan... Todo eso te hace sentirte orgulloso de donde estás trabajando. En cuan- to a los peores momentos, sin duda, es cuando alguien fallece. Tengo muchos amigos aquí y a algunos ya los he perdido. Lo paso fatal y los echo muchísimo de menos, sobre todo cuando preparo platos que sé que les gustaban. Pero bueno, aquí he vivido tantos momentos... Por ejemplo, el día antes de mi boda trabajé hasta el cierre porque estaba esto hasta arriba. O el día que nació mi primer hijo... Recuerdo que era un martes y teníamos una comida de médi- cos. A las dos y pico, la hora punta, me llamó mi cuñado para decirme que mi mujer había roto aguas. ¡Me puse nerviosito! Menos mal que tenía un compañero que vivía cerca y me

Marcial Rey es uno de los camareros más sim- páticos de Badajoz. Se mueve por la marisque- ría Venus como una langosta en el mar, con la soltura propia de quien está en su hábitat natural. Este pacense de casi 50 años perdió a su padre cuando tenía 16. Era el mayor de seis hermanos y le tocó coger las riendas de la eco- nomía familiar. Se apuntó al paro y en la terce- ra entrevista que hizo, lo cogieron. Fue en el restaurante Venus, que había abierto en la calle Fuertes tan solo seis meses antes. José Jaramillo y María Casas, el matrimonio de pro- pietarios, decidieron darle una oportunidad a ese niño sin experiencia. Por eso, 32 años des- pués, Marcial se emociona cuando habla de ellos y cuando rememora todos los momentos que ha vivido tras la barra. ¿Cómo fueron sus inicios en el Venus? Pues con muchísima ilusión, porque con 16 años sentía que me estaba convirtiendo en adulto ya. Tenía tantas ganas que, para apren- der cuanto antes a tirar cañas, practicaba en mi casa con vasos de agua. ¿Tenía vocación tan joven? No era vocación, era necesidad de trabajar. Mi

«Cuando empecé, tenía tanta ilusión que practicaba en mi casa con vasos de agua»

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