SUPLEMENTO Semana Santa 14-04-2019 La Voz de Cádiz

OPINIÓN

Domingo 14.04.19

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U n año más los cristianos vol- vemos a rememorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en las calles de Cádiz. Mucha gente obser- vará las procesiones como algo cultural, artístico o ligado a la tradición de un pue- blo. Pero las cofradías tienen la misión promover el culto público de los miste- rios del Triduo Pascual, dejando en se- gundo lugar elementos accesorios y cen- trándose en el crecimiento personal y espiritual de los cofrades, fomentando y cuidando la oración, así como la lec- tura día del evangelio y la participación activa de los sacramentos especialmen- te de la Eucaristía y la Penitencia. Du- rante todo el año los cofrades participa- mos activamente en el calendario litúr- gico, cuidando la formación para no con- vertir la Semana Santa en un acto cul- tural, sino engrandecerla como unami- sión de la nueva evangelización. La formación cofrade en los últimos años ha adquirido una especial relevancia para contar con una espiritualidad bien for- mada que fortalezcan nuestra Fe, para poder defenderla ante los constantes ataques que está sufriendo la Iglesia. Muchos rechazan la religión institu- cionalizada y trasladan su espiritualidad a las experiencias personales, olvidan- do y rechazando la Iglesia, preparada en laAntiguaAlianza e instituida por Cris- to Jesús y manifestada por el Espíritu Santo, tal y como nos lo recuerda el Ca- Cuesta reconocer quemás allá del sen- tido religioso que, evidentemente es el que construye la razón de ser de la Se- mana Santa, hay otros matices que no pueden ni deben dejarse atrás si lo que perseguimos es esa declaración de Fies- ta de Interés TurísticoNacional que tan- D ice unviejo proverbio que para quien no sabe a dónde ir, to- dos los caminos son buenos, aunque Séneca afirmaba que «ningún viento es favorable para quien no sabe a dónde va». Es decir, que por el camino bueno, o con el viento malo, si uno no sabe por dónde tirar, lomás sen- sato es pararse un rato y revisar lo que los modernos llaman “hoja de ruta” y que no es otra cosa que buscar dónde te- nemos el norte, porque si lo perdemos definitivamente, lo más normal es que tropecemos con la primera piedra y ter- minemos diciendo aquella pamplina de que son los árboles los que no nos dejan ver el bosque. En ese punto está nuestra Semana Santa, en el mismo punto que estuvo nuestra ciudad hace algunos años cuan- do no sabíamos si sonreíamos, sin fun- cionábamos, si éramos constitucionales o fenicios, o romano. Y es que cuando los proyectos no son sólidos, terminan es- curriéndose por cualquier grieta o sumi- dero. No toda la culpa es de quienes or- ganizan, claro está, sino de quienes se acercan a la fiesta, en un sentido o en otro, dependiendo de los vientos que co- rran, siempre con la boca pequeña, y siempre más preocupados por las hojas que por los rábanos.

mos iniciado un camino de vida hacía Dios, con un tiempo de conversión a tra- vés de la oración, el ayuno y la limosna. Por el sacramento de la Reconciliación hemos recobrado la Gracia santificante para acrecentarla más aún con la Euca- ristía, símbolo de la Nueva Alianza, comomedio para santificar nuestras vi- das. En nuestra salida procesional cum- plimos con nuestra penitencia y segui- mos a Jesús tal y como le digo a su discí- pulos «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y venga conmigo». (Lc 9,23). Somos seguidores de Cristo y hemos de ser coherentes con el estilo ymodelo de vida que nos propone con «el camino de la humildad, el camino de la humi- llación, de negarse a uno mismo y des- pués resurgir de nuevo». Estados llama- dos a ser santos, dejando a la familia para seguir a Jesús y acompañarlo en su ca- mino hacia el Gólgota. A los cofrades nos han etiquetado injustamente como per- sonas tristes que veneramos aCristo ya- cente y que vivimos en una constante Cuaresma, pero lejos de estos estereo- tipos los cofrades celebramos con gran júbilo la resurrección de Jesús «Si no re- sucitó Cristo, vana es nuestra predica- ción, vana también vuestra fe»(1Co 15, 14). Por ello nos llenamos de una gran alegría que enciende nuestra Fe, el sa- ber que Cristo vive y que con su resu- rrección semanifiesta la victoria sobre la muerte y el pecado. Así que ha llegado la hora de decidir a dónde queremos ir. Los vientos son fa- vorables, pero lomás importante es que todos caminemos en lamisma dirección. Más allá de los tópicos, de las guerrillas cofrades, de la carrera oficial, de los pal- cos, de las supuestas ideologías, de las cuestiones de fe y del catetismo, se abre un espacio de convivencia y de benefi- cios para nuestra ciudad. De nosotros de- pende si lo queremos o no. requisito indispensable para poder op- tar a la concesión de subvenciones de la Secretaría de Estado de Turismo, lo que para nuestra ciudad sería una in- yección económica que no hay que des- preciar. No se trata solo de «atraer de- votos» como hay dicho alguna repre- sentante política, sino de buscar un bien común a toda la sociedad. Una fies- ta que atrae a más visitantes de lo que sospechan las estadísticas, que reúne a muchos gaditanos que viven fuera, que posibilita la convivencia de un tu- rismo de sol y playa con el cultural, con el gastronómico y hasta con un turis- mo que se conmueve -¿por qué no?- con la religiosidad popular. A veces es la intransigencia la que no nos deja ver el bosque. Una intransigen- cia que sigue pensando en «el carnaval de los curas», que sigue protestando por el ‘ruido’ de las bandas demúsica, que si- gue denostando y despreciando lo que puede convertirse en un revulsivo para nuestra ciudad, solo porque tropezaron enun pasado que nada tiene que ver con el presente. Los prejuicios no siempre están donde uno los supone.

Bien de Interés Turístico Nacional

YOLANDA VALLEJO

to beneficiaría a nuestra ciudad, en unos momentos en los que nos estamos con- figurando como ciudad turística. Porque pocas fiestas contemplan, de unamane- ra tan evidente, lo que podría convertir- se en un auténtico eje económico para Cádiz. No hace falta que yo se lo diga, pero son los ritosmás ancestrales los que nos mantienen conectados a la historia de la humanidad y los que más interés des- piertan. La primavera, que revienta cada año por estas fechas, potencia todos los sentidos, el olor, el gusto, la vista, el oído y hasta la piel que se renueva, año tras año, en una ceremonia de eternidad. Y son estas experiencias sensoriales las que mecen esa pasión y muerte que, como una promesa, también renovamos cada año. El incienso y el azahar, los sabores deCuaresma, el patrimonio artístico que convierte las calles enmuseos, los sones de lasmarchas y el repiqueteo de las hor-

quillas en los adoquines centenarios, en- vuelven a las tardes gaditanas durante la Semana Santa, haciéndola atractiva no solo para el creyente, sino para un tu- rismo que encuentra, además, la playa, el sol, y una ciudad cargada de historia y de cultura. Es el momento, por tanto, de tomar una decisión. Y es el momento de sacu- dirse el pelo de la dehesa, y desterrar pre- juicios absurdos como lo de la ocupación del espacio público por parte de las co- fradías –también lo ocupan las agrupa- ciones de carnaval, y los conciertos, y los mercados, y lasmotos, por si alguien no se había dado cuenta- y los tópicos ma- nidos de la cosa anticlerical. Porque no estamos hablando de una cuestión de fe, que solo afecta a unos cuantos, sino de una cuestión de ciudad que nos afecta a todos. La declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional proporcionaría un

La importancia de la formación cofrade

ANDRÉS BRAGADO COFRADÍA JESÚS DE LA SENTENCIA

tar en «comunión con el Obispo Dioce- sano en cuanto al principio y fundamen- to visible de la unidad en su Iglesia par- ticular». Por todo ello los cofrades tene- mos la misión de transmitir la doctrina cristiana en nombre de la Iglesia y rea- lizar actividades de apostolado con se- guridad y confianza para defender nues- tra Fe y dar a conocer «La Alegría del Evangelio» que el Papa Francisco nos invita en esta exhortación apostólica en la cual nos impulsa a una transfor- maciónmisionera de la Iglesia. Una Igle- sia en salida, que tiene un referente en las Cofradías y Hermandades de la Se- mana Santa que con sus salidas proce- sionales y estaciones de penitencia dan testimonio público de la profesión de fe, recordando que Jesús con su cruz a cuestas cargo con nuestros pecados y nos libró de ellos para ser participes de la vida eterna. Durante la cuaresma he-

tecismo y la Constitución Dogmatica Lumen Gentium; «El Señor Jesús co- menzó su Iglesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía si- glos en las Escrituras» Para cumplir la voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la tierra. La Igle- sia es el Reino deCristo «presente ya en misterio». Así pues, laConstituciónDog- matica sobre la Iglesia recogida en el Concilio Vaticano II, «Dios ha querido salvar a los hombres no individualmen- te y aislados entre sí, sino asociándolos en un pueblo que le reconociera en la verdad y le sirviera santamente». Por todo ello, la Iglesia es el Pueblo de Dios, en el cual las cofradías como asociación pública han de fortalecer la comunión eclesial con una «clara adhesión a la Fe católica y al Magisterio de la Iglesia que la interpreta y proclama» además de es-

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