Poesía de los sueños
HISTORIA DE MI NIÑEZ
empezábamos con las peleas... ¡Que yo he llegado primero, que no me quites el sitio! Así hasta que veíamos el autobús llegar por la curva y salíamos corriendo…Claro a coger el mejor sitio. Las Navidades eran especiales, nos reuníamos toda la familia y hacíamos una cena especial, embutidos y pavo en salsa de almendras que a mi madre le salía buenísimo y después una copita de anís con mantecados caseros, y no parábamos de cantar y tocar la zambomba al lado de la lumbre. Aquellos tiempos eran diferentes a los de ahora, teníamos menos cosas, pero lo poco que teníamos lo valorábamos mucho y nos hacía mucha ilusión. La fábrica era un lugar de tránsito, al estar situada junto a la carretera todos los que pasaban cerca se paraban y hablaban con mi padre. Recuerdo un día que mi padre hablaba con un viejito, que iba con una mula, yo me puse al lado de mi padre, el viejo le pregunto:
Mi hija.
Si quieres te la cambio por la mula.
Vale, la próxima vez que vengas hacemos el cambio.
Yo cada vez que veía venir a este viejo me encerraba en la habitación de mi madre con la llave, y me escondía debajo de la cama esperando con pavor que en cualquier momento mi padre me cambiara por la mula. Nunca les dije a mis padres el motivo de mi encierro. Las cosas que pasan en la niñez se graban en la mente y se recuerdan, las vives, las sientes, siempre están ahí, me recreo pensando en esos pasajes de mi infancia…Los miedos, la angustia… Esa angustia que sentía de perder a mi madre, me tenía marcada. Cuando mi madre enfermaba yo lo hacía con ella, mi débil cuerpo se resentía y sufría en silencio, me faltaba el aire y una nube gris y espesa se apoderaba de mí. Apenas tenía siete años.
¿Quién es esta niña tan guapa?
16
Made with FlippingBook