Ventanas al Paraíso

Leyendas de Mágina

padre era el maestro “Pérez”, bajo las ordenes del encargado el señor “Virgil”. Podíamos estar satisfechos, nuestra casa estaba fuera de peligro, otras en cambio a la orilla del río Torres, tenían una situación complicada, toda vez que las nubes fuertes le hacía crecer mucho en caudal y a veces anegaba estas casas; cuentan mis padres...en tiempos de la guerra civil española, hubo una gran riada y murieron mas de una decena de personas ahogadas en el río. Por temor, cuando las nubes eran fuertes, los vecinos acudían y se refugiaban en mi vivienda. Era el caliente (pared lindante a los hornos de la fábrica), el lugar de encuentro de todos los chavales y chavalas, a falta de bares o discotecas, allí poníamos nuestras manos para calentarlas y al mismo tiempo charlar de nuestros juegos y cotilleos. Siempre sale a relucir lo más picante, a la misma vez lo mas interesante, a falta de otros entretenimientos, salió de los labios de una gran zagalona, yo diría la mujer de mis sueños, un concurso para ver quien de los zagalones tenía mas grande eso que todos sacamos para mear. Consistía en que la bella moza haría una paja a aquel que la tuviera mas hermosa dentro de los participantes; si en tiempo de dos minutos, el varón no se corría, la moza daría al mozo una peseta, y si se corría el caso contrario; pero Rafael “el Gato”, un muchacho con pelos en las pelotas, fue aún mas atrevido, sabedor de las grandes dotes que poseía; propuso que si el elegido aguantaba dos minutos sin correrse, tendría derecho a estar una hora en privado con Mari Paz, la joven con grandes dotes femeninos.

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