ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

JOSÉ RODRÍGUEZ DE LA BORBOLLA Presidente de la Junta de Andalucía Andalucía vertebrada

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

El costalero José Portal Navarro muere bajo las trabajaderas del paso del Cristo de la Salud de San Bernardo cuando iba por la Alfalfa. «La noticia llenó de consternación la tarde del Miércoles» 1986 27 MARZO

FUE EL PRESIDENTE QUE PERDIÓ SU GUERRA, ENFRENTADO CON LA DIRECCIÓN FEDERAL POR LA REAFIRMACIÓN DE LA AUTONOMÍA PROPIA

POR IGNACIO CAMACHO

José Rodríguez de la Borbolla jurando el cargo de presidente de la Junta en marzo de 1984

DÍAZ JAPÓN

D E todos los presidentes de la Junta, José Rodrí- guez de la Borbolla y Camoyán —descendiente de una familia de la aristocracia política de la Restauración— es el que ha tenido una visión más clara del significado de la autonomía. Su mandato, que coincidió con el ingreso de España en la UE, aprovechó la llegada de los fondos comunitarios de cohesión para desple- gar, con la Expo 92 como horizonte, un proyec- to de vertebración estructural de Andalucía. Lo dejó a medias, entre otras razones por su precipitada caída debida a rencillas internas del Partido Socialista, pero su impulso fue decisivo en el proceso de modernización de una región que a principios de los años 80 aún luchaba contra los fantasmas del subdesarrol- lo. Su ascenso al poder autonómico se produjo en 1984 por la dimisión forzada de Rafael Escuredo, de cuyo Gabinete era vicepresidente, tras una operación de acoso dirigida por Alfonso Guerra y en la que el propio Borbolla tomó parte activa. Seis años después, él mismo caería víctima de un cerco similar y por motivos idénticos: el empeño en construir en Andalucía un poder de referencia al margen de la dirección federal del partido. Esa larga pugna intestina frenó en cierta medida el dinamismo inversor que trataba de imprimir a su mandato. Suyo fue, no obstante, el primer gran impulso a la educación y la sanidad como pilares del bienestar social en la región, así como los planes de infraestructuras transver-

sales que acabarían culminados en el decenio siguiente. El intento de simultanear ese despliegue con la creación de un aparato político propio chocó con la potente presencia del guerris- mo andaluz y provocó finalmente su aparta- miento de la Presidencia, antes de poder trasladarla al Palacio de San Telmo que había comprado a la Iglesia. Intentó entonces, tras un breve retiro, cumplir el otro sueño de su vida: ser, como su abuelo, alcalde de Sevilla. No lo logró; su candidatura coincidió con el momento del desplome felipista. Ejerció durante el mandato municipal de Soledad Becerril como jefe de una oposición leal y constructiva. Llegado el siglo XXI, se desempeñó como abogado hasta su jubilación, manteniendo una discreta presencia en el debate público defendiendo las posiciones de socialdemocracia moderada que han caracterizado su larga trayectoria política. Su presidencia recibió, también dentro del PSOE, acusaciones de proclividad centralista. Injustas, porque siempre se preocupó de la cohesión territorial de la comunidad, pero reveladoras de su vocación de sevillanía. Borbolla es un sevillano de raigambre, de tradición cultural, social y política. Su gran frustración personal es la de haber sido excluido, pese a su importante papel institu- cional, de los lazos de complicidad con que el llamado «clan de la tortilla», el núcleo funda- cional del felipismo, dirigió durante dos décadas largas la hegemonía del partido en Andalucía.

VIDAS DE PAPEL

4/8/1985

Una foto de familia, pero no política: el

presidente de la Junta con su mujer, Gracia Sánchez Caballos, y su hija Isabel en Sanlúcar de Barrameda, donde veraneaba en un chalé de la playa de La Jara 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

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