ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

SOLEDAD BECERRIL Ministra de Cultura Vestal de la democracia

98

ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

21 NOVIEMBRE

1981

HA SIDO UNA DE LAS REFERENCIAS POLÍTICAS DE MAYOR PRESTIGIO EN SEVILLA, CAPAZ DE GANARSE EL RESPETO DE LOS RIVALES

POR IGNACIO CAMACHO

El alcalde Luis Uruñuela decretó la prohibición de consumir agua de la red de Emasesa entre las dos de la tarde y las siete de la mañana del día siguiente dada la gravedad de la sequía en Andalucía

Becerril cortando una cinta

ABC

inaugural en presencia de García Añoveros

P RIMERA mujer ministra desde la Segunda Repú- blica. Primera alcaldesa de Sevilla. Primera Defensora del Pueblo. Varias veces diputada y senadora (con UCD y el PP) por Sevilla. Soledad Becerril Bustamante (Madrid, 1944) es, sin la menor duda, la fémina más relevante de la política sevillana en el último medio siglo, y también la que ha ocupado cargos y espacios de mayor visibilidad y relieve en la escena pública española. Una carrera que comenzó a mediados de los años 70 cuando participó en el equipo funda- dor de «La Ilustración Regional», una revista comprometida desde el punto de vista liberal con la entonces incipiente vocación regiona- lista de Andalucía. Desde esa época, y hasta su retirada en 2017, Becerril ha sido una de las referencias de mayor prestigio en la ciudad, capaz de ganarse el respeto expreso de sus adversarios por su espíritu de servicio, su carácter austero, su elegancia moral y su defensa continuada de los valores y principios de la tolerancia y el liberalismo. Esa trayectoria quedó fijada para siempre en la memoria de los sevillanos durante unos días tan trágicos como decisivos, cuando la madrugada del 30 de enero de 1998, siendo ella alcaldesa, el concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa Asunción García fueron asesinados por pistoleros de ETA en la calle Don Remondo. Becerril encarnó como nadie el dolor de la ciudad al encabezar la gigantesca manifestación de luto y repulsa por 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

el crimen; su demostración de dignidad, firmeza y decoro la

convirtió ante la opinión pública en una vestal de la democracia agredida.

Aquel atentado contra su principal colabo- rador y amigo —tras fracasar los asesinos en un ataque contra la propia Soledad, que en aquel momento pasó inadvertido— marcó su vida y determinó aún más el compromiso de todo su recorrido político posterior con las víctimas del terrorismo. También se le clavó en el alma hasta desestabilizar su gestión en la Alcaldía, que finalizaría año y medio más tarde, pese a ganar en minoría las elecciones locales de 1999, sin lograr recuperarse del golpe anímico sufrido. Aún continuó dos décadas más en la actividad pública. Volvió a las Cortes –en total, desde 1979, ha estado seis legislaturas en el Congreso y una en el Senado– y en 2012 fue nombrada por el presidente Rajoy Defensora del Pueblo, puesto en el que durante cinco años se dedicó con ahínco al amparo de los sectores más golpeados por la crisis y a la preservación del legado memorial de las víctimas del delirio terrorista. Pero para Sevilla será siempre aquella «viuda» vestida de negro que personificó, en el momento más crítico de la ciudad moderna, los sentimientos colectivos de una sociedad herida. También la pionera de un feminismo sin alharaca que alcanzó altas posiciones representativas desde una discreción desprovista de cualquier afán de protagonismo o de espíritu exhibicio- nista.

VIDAS DE PAPEL

5/12/1981

Primera mujer en el Consejo de Ministros desde la Guerra: «A la puerta de la Moncloa, su imagen es un símbolo para todas las mujeres capacitadas, como ella, para ocupar puestos similares»

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