VEREDA DE LA TORRE
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A GOLPES CON EL CUERPO.
No verme apresto a sobrada balumba,
pues mi cuerpo abono y al ciprés ofrenda,
porque fortuna al plato es mala tumba,
si a buen entierro, buen caudal atienda,
más que fastuosa vida mi ente apruebe,
más que el tiempo hastía, mejor si breve.
Andar entre los pinos del sendero,
y en la alta peña, el águila descienda,
cual su ojo engaña cargar con cordero,
y al ser tan gordo, a flaqueza pretenda,
de anorexia dolida con su espejo,
y en su pico se lleve su complejo.
De carne llena va la bicicleta,
y un corazón saltando con el diablo…