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PEÑA GRAJERA
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La ruta la comenzamos en carretera hacia Pegalajar
y nos desviamos en el cruce hacia donde se
encuentra el edificio de Aprompsi. El camino
asfaltado se divide en dos, nos situaremos en el de
la izquierda, hasta encontrarnos una nave, donde
nos avisan dos o tres perros corpulentos. Al término
de la cerca, sale una senda a la izquierda que la
cogeremos.
Después de alejarnos del ladrido de los perros, hay
varias intersecciones de pistas de olivares que
suscitan a la confusión, nosotros cogimos el camino
equivocado, de ahí que a continuación de la primera
bandera señalizada en el mapa, tuvimos que bajar
un pequeño desnivel por el olivar para situarnos en
la ruta correcta. A continuación, al llegar a una mole
de piedras grandes a nuestra izquierda, se aprecia
que la senda se bifurca en dos ramas; hay que coger
la derecha que es la más estrecha. Precioso
sendero, donde se aprecian cornicabras, almendros,
retama y otro matorral, y a nuestra derecha, el olivar.
Siempre hay que situarse en el sendero que divide el
olivar con el bajo matorral de la serrezuela, después
de caminar un poco, apreciamos a golpe de vista el
cortijo.
Peña Grajera es digna de ver, parece el frontal de
una catedral, sentido caprichoso que ha dado la
naturaleza a esta mole. Probablemente en el pasado
hubo buitres que seguramente se fueron
desgastando, al no haber animales muertos que les
sirvieran de sustento. El guarda de caza nos ha