terés de unirse a un acuerdo internacional y ahora lo están teniendo.
a veces es un poco frustrante. de pronto es prioridad número uno
como surge otra cosa y tu trocito de las noticias de por la noche te lo
come otro tema. El valor añadido del acuerdo de París está en que ha
habido un cambio muy importante en la mentalidad de los líderes de
países que eran muy reticentes y que ya no. ahora están dispuestos a
participar.
Elena Gallego:
¿Cuál es tu experiencia a la hora de trabajar en ámbitos
internacionales como la Unión Europea y Naciones Unidas? ¿Qué ex-
periencias tienes sobre la capacidad que tienen estos organismos de
atender también la opinión de los ciudadanos, no sólo de los líderes?
¿Qué influencia pueden tener los poderes económicos, las grandes
industrias de combustibles de fósiles, por ejemplo, hoy en día en de-
terminados acuerdos de organismos tan importantes como la Unión
Europea y Naciones Unidas?
Vera Estefanía:
Mucho, mucho. tiene mucho que hacer, sobre todo la so-
ciedad civil. Cuando nos reunimos con las onG, que normalmente vie-
nen a pedirnos responsabilidades y a exigirnos cosas, yo siempre les
pido a ellos de vuelta. Porque si los gobiernos no escuchan el ruido de
la sociedad civil tienen menos presión para actuar. Creo que ahí es fun-
damental que vengan, que nos pidan reunirnos, que hagan manifesta-
ciones, que protesten, que se les oiga. Y el problema es, por la otra par-
te, que las empresas con intereses económicos muy fuertes están
haciendo esa labor, están haciendo mucho lobby, están haciendo mucha
presión. Está desarrollándose un gran número de normativas europeas,
de temas específicamente de cambio climático. Muchas veces nos cues-
ta, porque hay mucho, mucho lobby por detrás con muchos intereses.
al final, lo que estamos haciendo con el cambio climático es intentar
cambiar el patrón de desarrollo de los países, y ahí hay muchas indus-
trias, muchos intereses que van a salir perdiendo de esta transforma-
ción. tratamos también de convencerles de que esta transformación
ofrece muchas oportunidades y que, puesto que ya no hay marcha atrás,
hay que aprovecharlas. Hay que ver dónde están esos nichos de desa-
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Intervenir en el mundo, una actitud ética