PEDRO GUTIÉRREZ
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Reclutan a soñadores
a cambio de dinero,
embarcados en pateras
navegan a la deriva,
sopla con fuerza inmensa
el viento marinero.
¡Trágico desenlace
para una corta vida!
Surcos del mar sembrados
con jóvenes cadáveres
¡cuántos sueños perdidos!
¡cuánta sangre vertida!
por unos desalmados
de instintos criminales.
¡La ilusión mas hermosa
convertida en mentira!
Hay en el cielo presagios
de guerra y muerte,
de odios reprimidos,
de rabia fuerte.
África llora
la muerte de sus hijos,
suplica a los cielos
que le presten cobijo.
Amor
¡Ay amor!
que traspasa fronteras,
sumiendo al corazón
en rojas tempestades.
¡Ay sosiego!
de las noches serenas
cuando con mi velero
navegaba en los mares.
Pasión que se desata
poco a poco,
crece desmesurada,
cual río se desborda
en dulces sentimientos,
en los deseos locos,
en torrentes de besos
¡cuanto placer provocan!