BUENOS DÍAS CON ALEGRÍA
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¡Canta mi Carmela,
penas con alegría,
tal vez la secuela,
cuando pasa el día a día,
entre escoba y guiso,
que tal vez no quiso!
Ni ceñir cantaros a su costado,
por curvada senda que al pilar llega,
y al volver, más peso cuando el sol pega,
como mártir de rostro dibujado,
que se tiñe en sudor por ser creado,
a costumbre y padecer de su entrega,
con lealtad que al deseo delega,
maternal amparo de hijo a su lado;
quien concierta buen sustento y gobierno,
y a veces se vuelve hada, cuento, nana,
y el padre le susurra en tono tierno:
¡Buenos días con alegría…hazaña nueva!
Repitiendo expresión por la mañana:
¡Buenos días con alegría... el tiempo lleva!