ANTONIO PÉREZ
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Así me lo contaron…Pensé:
¡ojala esos destinos que tanto cruzan Despeñaperros: lleven
y traigan la paz por bandera!; porque no habrá mejor
estandarte.
Si acaso anhelas fantasías, más que la sangre: sueña con tu
“Dulcinea”. ¡Haz el amor y no la guerra!
LLORA MI SIERRA MORENA.
Sin tino ni sentimiento,
fingiendo llorar entierro,
aquel que despeña el perro,
cuando antes era contento,
en el coso mas violento,
allende: apuesta...cizaña,
hasta enrojecer entraña,
de la furia maltratada,
de aquella noble mirada,
que tanta vileza engaña.
Llora mi Sierra Morena,
caen lágrimas gigantes,
en su congoja...radiantes,
fluyen como oro en cadena
...noche... plata en luna llena,
llanto para una guitarra,
eco para mi “Cimbarra”,
aguas serenas...castizas
sobre cauce del Guarrizas,
donde el fresno se desgarra,
En esa “Quemada Aldea”,
consolando al perro aún vivo,