UN SUEÑO QUE SE REPITE
32
María del Carmen Pérez
Baeza
A veces hablando con personas de mí alrededor
les pregunto: ¿Tú sueñas? algunas me dicen que
no, o al menos no lo recuerdan.
Yo todo lo contrario sueño mucho, y para mí el
sueño es una evasión, las personas que soñamos es
como si tuviéramos una doble vida, a veces los
sueños son tan reales que se llegan a confundir
con
la
realidad.
Otras
son
tan
extraños…Especiales que solo puede ser un
sueño, no hay realidad que nos haga sentir esa
sensación, de placer o de angustia.
Algunos sueños no se pueden describir con
palabras y es mejor no hacerlo para no romper su
magia y tenerlo almacenado en nuestro
subconsciente, y… de vez en cuando recrearnos
en él.
Pocos son los sueños que recordamos, se suelen
olvidar con facilidad.
Os voy a contar un sueño cuyo final se repite con
frecuencia pero en distintos escenarios.
Voy paseando por el campo, por un camino, feliz,
escuchando el canto de los pájaros, el rumor del
río, reparo en esa pequeña flor, la cojo, la huelo, la
palpo, me la pongo en el pelo, su intenso color
amarillo ha manchado mis dedos de polen, me
acerco al río a lavarme la manos, el agua es
clara…. Transparente, observo las piedras de
diversos colores que cubren el fondo, la hierba
con su intenso color verde hace aún más bello el
paisaje, los pájaros ahuecan el vuelo para poder
beber agua.
Me siento en la orilla, meto mis pies en el agua,
está fresca, mojo mis brazos mi cara.
Observo el paisaje con calma, junto a mí, dos
mariposas tienen un cortejo amoroso, se acarician
con las alas… Casi rozan sus frágiles cuerpos
¿Qué pensarán? ¿Tendrán sentimientos?