EL BUSCADOR DE SUEÑOS
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de gaviotas verdes
perdidas en el fuego
de océanos dormidos
por los besos del viento.
Y cantos de sirenas
iluminando el cielo
cuando el sol se reviste
con sus luces oscuras,
buscando sueños.
Cansado por la incesante búsqueda pero con la
eterna ilusión de proseguir, me senté a descansar a
la sombra de un árbol, recostado sobre su tronco;
de mi flauta brotó una agradable melodía con la
que sin darme cuenta me quedé profundamente
dormido. Por mi mente desfilaron innumerables
sueños, que me produjeron sensaciones increíbles.
POEMA DE ANTONIO PÉREZ
En una mochila guardo mis sueños,
y una flauta ameniza mi descanso;
uno más entre todos los empeños,
de alguno viendo sirena a remanso:
bailar sobre olas de mares risueños.
Cantar a orilla de océano manso.
Dormir al lado de barcos pequeños,
y así no incitar codicia en el ganso.
Necio que solo navega en la nada,