LOS SUEÑOS
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Pedro Gutiérrez
Mancha Real
Los sueños son el escape que tiene el pensamiento
a las emociones y situaciones que no puede
asimilar, a las metas inalcanzables, al temor a lo
desconocido y a todo aquello que escapa a las
fronteras que tiene establecidas.
En mi juventud un sueño invadía con frecuencia
mis noches y mis días, transportándome a los
azules e inquietos océanos, situándome al mando
de un barco pirata en busca de excitantes
aventuras y de los codiciados tesoros escondidos.
Desafiante en la proa, mirando de cara al viento,
mi velero navegaba intrépido, buscando la ruta de
los sueños.
A mi lado los delfines y sirenas, con sus excitantes
saltos y risas, acompañaban mi enloquecido
frenesí hacia lo desconocido.
A veces, el dios Neptuno emergía de las aguas y
con su tridente señalaba la ruta que debía seguir.
Las luchas, que manteníamos, con los galeones
españoles, repletos de plata y oro, eran a muerte,
para conseguir el ansiado botín.
Mis corsarios eran bravos y expertos en la batalla.
Combatían con furia denodada y siempre
conseguíamos una rotunda victoria.
Con frecuencia poníamos rumbo a islas perdidas y
misteriosas donde los mapas secretos, que a veces
caían en nuestras manos, nos indicaban el lugar,
donde estaba oculto el tesoro que otros piratas
habían conquistado.
La lucha era aún más cruenta pero al final salíamos
victoriosos.
Recuerdo con estupor que al final del sueño las
aguas azules de los mares se teñían de color verde
y se transformaban en inmensos olivares donde la
navegación era distinta pero el fin era el mismo.