si todas las comarcas
abrir el popular cine Alcázar, que en
un primer momento era al aire libre,
para convertirse en cubierto poco des-
pués.
A comienzos de la década de los 70
la primera película que se pudo ver en
el cine Avenida fue «Lawrence de Ara-
bia». La sala estaba situada en la calle
Vicente Giráldez y su promo-
tor fue Manuel Palma. La úl-
tima de las salas de cine de
estas características que exis-
tió en Utrera fue el cine Anda-
lucía, que estaba ubicado en la
calle Las Mujeres.
Cines de verano
Pero lo que sí fue un auténtico
fenómeno sociológico fue el sur-
gimiento de los cines de verano
en Utrera, que durante casi me-
dio siglo se convirtieron en autén-
ticos hervideros, los más famosos
fueron los el Andaluz Cinema, el
Alcázar de verano o el que se ubicaba
en la antigua plaza de toros de Utre-
ra
FOTOS: ALBERTO FLORES Y BORJAMORENO
una encuesta
JUAN CARLOS ROMERO
CASTILBLANCO DE LOS ARROYOS
En la Sierra Norte de Sevilla la ini-
ciativa municipal, de manera aisla-
da, tomó el testigo a los operadores
y empresarios del cine que en los
ochenta abandonaron sus salas.
El Cinema Cazalla es recordado
con una placa conmemorativa en
los actuales salones de celebracio-
nes Castro Martínez de Cazalla. La
vieja sala cerró en los ochenta y las
proyecciones se limitan hoy a un ci-
clo al aire libre como alternativa de
ocio veraniego en el IES El Carmen.
En El Ronquillo, Constantina,
Guillena o Gerena hay salones ha-
bilitados para proyectar películas
o es la Casa de la Cultura la que con-
serva, aunque sin una programa-
ción específica, la apuesta por el
séptimo arte. La zona de La Roda-
dera, en Gerena, es sede en verano
de ciclos eventuales.
En Guadalcanal, el cine Empera-
dor se mantiene como teatro mu-
nicipal donde el Ayuntamiento pro-
yecta algunas películas a lo largo
del año. Otro cine que se conserva
es la sala de invierno del cine Cer-
vantes de Castilblanco; se mantie-
ne fiel a la original en la Plaza de la
Iglesia, donde hace treinta años abre
como bar El Tubo. La sala de vera-
no del Cervantes competía con el
cine Español, y sumonumental pan-
talla panorámica aún sobresale en
el callejero como símbolo de un
tiempo de esplendor superado.
Los ayuntamientos
sustituyen de
forma esporádica a
las salas privadas
SIERRA NORTE
BORJA MORENO
OSUNA
A pesar de la larga lista de cines que
han hecho las delicias de los espec-
tadores ursaonenses durante más de
un siglo, el primer y único intento de
la localidad por contar con un cine
multisalas moderno fue todo un fra-
caso. A finales de 2008 abrían sus
puertas los cines Victoria, con cua-
tro salas que vendrían a paliar las ca-
rencias sufridas por los aficionados
a la gran pantalla tras el cierre del
cine San Pedro, uno de los que más
tiempo acompañó a los
espectadores pero que se
acabó quedando anticua-
do y con una sola sala.
Ya fuera por la costum-
bre, o porque las instala-
ciones de los cines Victo-
ria no acabaron de con-
vencer a la población, la
falta de asistencia provo-
có que el centro cerrarra
sus puertas en menos de
un año. Los vecinos se-
guían desplazándose -
y lo siguen haciendo-
a las salas más mo-
dernas del cine asti-
gitano Artesiete Éci-
ja, o incluso a Sevi-
lla. Desde entonces
sólo resiste la cartelera cada
vez más completa del cine de
verano instalado en la Casa de
la Cultura y organizadas por
el Ayuntamiento, y las pro-
yecciones del salón de actos
del Conservatoriomunicipal
de música, también en in-
vierno. Lo parece confirmar
que no es falta de afición.
Una auténtica lástima cuando se
mira atrás en el tiempo para descu-
brir que los cines han ocupado un es-
pacio importante dentro del ocio ur-
saonense, que además podría con-
vertirse en un referente en la comarca
y atraer el interés del público de lo-
calidades cercanas pero que cuentan
con una población menor.
La aparición del cine enOsuna vino
de la mano del teatro Echegaray, que
se inauguró en un edificio a espaldas
del Casino en 1892. Diez años más
tarde añadiría a las actuaciones tea-
trales las primeras sesiones de cine,
con el Quijote por episodios. Dos años
más tardes llegaría la primera pelí-
cula en color. El Echegaray se con-
vertiría en un centro de reuniónmuy
importante para la cultura en Osu-
na. Un incendio en 1915 arrasaría el
teatro, que volvería a abrirse al pú-
blico cuatro años más tarde con el
nombre de Hermanos Álvarez Quin-
tero, que en 1931 proyectaría la pri-
mera película sonora y permanece-
ría abierto hasta 1975.
Cine portátil
Pero en la historia de las
salas de cine de Osuna
hay otros nombres que
todavía se recuerdan.
Uno de ellos es un cine
portátil que se colocaba
en la primera mitad del
siglo XX en la actual pla-
za RodríguezMarín. Para
verlo se colgaba un lien-
zo en uno de los latera-
les de la Iglesia de Santo
Domingo. En la década
de los cuarenta se abrió
el cine Santa Isabel, su
propietario, Martín Ca-
pado, era el encargado de
repartir las cartillas de
racionamiento después de la Guerra
Civil. Más tarde llegarían el Gran Ci-
nema y el cine Carretería. Ambos for-
maban parte de esa época en el re-
cuerdo donde las salas de cine eran
una de las principales actividades de
ocio para el pueblo. El Gran Cinema
simulaba un oasis, con paredes lle-
nas de damas de noche y jazmines y
triunfó entre los 50 y los 60. Los te-
jados de las casas colindantes al cine
Carretería se llenaban de espectado-
res furtivos. Y el cine San Pedro, el
más longevo con 40 años en funcio-
namiento.
Los cines Victoria,
abiertos en 2008,
sólo duraron un año
∑
Los aficionados al
cine se desplazan a
Écija desde hace años
a ver los estrenos
SIERRA SUR Y CAMPIÑA
Muerte lenta
El cine San
Pedro, uno de
los veteranos, se
quedó
anticuado y con
una sala
Sin perdón
Los cines
Victoria, con
cuatro salas, no
acabaron de
convencer al
público
Entradas del popular cine
Cervantes, enCastilblancode los
Arroyos, que compitióhasta finales
de los años 80 con el cine Español
ABC
MARTES, 9 DE JUNIO DE 2015
ABC DE LA PROVINCIA
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