GuiaManzanilla

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Muestra del Fino y la Manzanilla

Barbadillo La Feria de Sevilla, territorio de la manzanilla

E s difícil pensar en la Feria de Sevi- lla sin que venga a nuestra mente una imagen en la que la manzanilla no tenga un papel protagonista. A buen seguro, cuando pienses en la feria, aterrizarán en tu mente ins- tantáneas de momentos de alegría, cante y baile. Aderezando este entorno y deleitando el paladar seguro que la estampa la completa un vaivén de platos de jamón, gambas y pescado frito junto a una copa de manzanilla de Sanlú- car. No hay duda alguna: la feria es el territorio natural de las manzanillas. Solear y Muy Fina, ambas marcas de Bodegas Barbadillo, son lí- deres indiscutibles en consumo en ferias y ro- merías de toda Andalucía. No nos cabe duda de que alguna de ellas estaba presente en esa idílica postal que imaginamos al pensar en la feria. Barbadillo, empresa 100% familiar funda- da en 1821, participa de manera decisiva en el desarrollo de la manzanilla como vino uni- versal. La primera vez que aparecen datos de exportación de manzanilla es en 1827, concre- tamente en una bota que Barbadillo envió a Filadelfia, en Estados Unidos. Entonces, esta compañía era una de las 10 empresas familia- res más antiguas de España. El éxito de esta transacción fue tal que, poco después, Barba- dillo lanzó al mercado «La Pastora», la prime- ra y entonces única manzanilla embotellada del mundo, líder en ventas en su época.

Solear Esta manzanilla nace fruto de la obsesión de Manuel Barbadillo, reconocido escritor y apodado el «bodeguero ilustrado» por los medios del siglo XIX, por crear una manzanilla única. Barbadillo fue a principios del siglo pasado la primera bodega en doblar el número de sa- cas hasta contar con 10 criaderas, repartidas por las bodegas del barrio alto y el barrio bajo de Sanlúcar de Barrameda. Como el propio Manuel Barbadillo la defi- nía, Solear es «añeja y fina» . Este carácter es debido a esta doble saca anual. Ya por aquel entonces, el recorrido de Solear por distintas bodegas del barrio bajo y alto de Sanlúcar en su proceso de crianza la diferenciaba del resto de manzanillas existentes.

En una etiqueta de Solear, Manuel Barbadi- llo describió este recorrido con las siguientes palabras: «La crianza de Solear da sus prime- ros pasos en las bodegas del Obispo Gascón, del Palacio de la Cilla de la Compañía (S.J.), todas alrededor de la Parroquia Mayor, como para santificarse. Después la mocita del barrio alto pasa por la del Carril de los Ángeles a las del Pino, buscando aires marineros y piruetas toreras para, ya señora, volver a la Calle de Se- villa, junto al Castillo, donde desde su solera le ofrece toda la historia y todos los aromas de Sanlúcar, en esta botella». En los años de fuerte expansión interna- cional del Jerez, muchas bodegas reunieron sus vinos en complejos más grandes con los procesos de producción integrados. No obs- tante, Bodegas Barbadillo preservó sus locales y Manzanilla Solear continúa hoy en día pa- sando en su recorrido por ocho bodegas dife- rentes, del barrio bajo al barrio alto de Sanlú- car, a lo largo de sus seis años de crianza bajo velo de flor. Este lento camino, sin duda, apor- ta a Manzanilla Solear su carácter único, que le ha valido ser considerada uno de los cien mejores vinos del mundo. Manzanilla Solear es disfrutada por los se- villanos en una de sus semanas más grandes. Está presente en más de la mitad de las case- tas y despliega diversas actividades en torno al concepto #LAMEJORFERIADELMUNDO. Más información, en laferiadesevilla.es

Solear y Muy Fina son líderes indiscutibles en consumo en ferias y romerías de toda Andalucía

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