ESPECIAL CARNAVAL 2021 LA VOZ 21-02-2021

ESPECIAL

S U P L E M E N T O E S P E C I A L D O M I N G O 2 1 · 0 2 · 2 0 2 1

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CARNAVAL

que se echan en falta, no ahora, en febre- ro, sino desde el final del verano. Enmi caso, la rutina de convertir en cuplés las pamplinas que se me ocurren en el día a día. Ver cómo va tomando forma la chi- rigota cerveza tras cerveza, digo, ensayo tras ensayo. Y, ya en la semana deCarna- val, ir a currar habiendo dormido muy poco y sintiendo en lo alto el turbante o la chistera aunque no lo lleve puesto». Confiesa que fue de los que propuso una idea de tipo, o alguna copla. Todo adaptado a las circunstancias pandémi- cas: «Enoctubre propuse a la chirigota un tipo de andar por casa y algunos cuplés con idea de hacer algo virtual o telemá- tico. Pero digamos quemi propuesta ob- tuvo un éxitomás bien discreto». Salvador FernándezMiró, un referen- te en la historia del romancero y la calle, añade su visión comomédico: «Estoy tan acostumbrado a los cambios radicales que sugerimos desde hace un año, que nome ha supuesto ningún esfuerzo acostum- brarme a no tener Carnaval». Como to- dos los chirigoteros y romanceros que ha- blan, desdramatiza la situación porque las fiestas han pasado a estar a la cola en las preocupaciones de todo elmundo: «La sensación de pérdida triste sólo ocurre cuando salgo desaparece para siempre y no es el caso. Ya nos desquitararemos». Ana López Segovia, otra de las chirigo- terasmás apreciadas, actriz ydirectora de teatro, ganadora de un premioMax por suúltima obra con ‘Las niñas deCádiz’ ad-

que salir, si se puede, si nos dejan, cele- braremos como siempre». Coqui Sánchez añadeunmatiz: «Por el hechode que este año tengas privación de alegría no vas a tener el doble de alegría el año que vie- ne, o el otro, creo que esono funciona así. Loque sí puede ser es que valoremosmás. Pero en el Carnaval como en cualquier apartadodenuestras vidas». Fedriani tam- bién se apunta a enfriar las expectativas: «Creo que saldremos todos de esta situa- ción conmuchas más ganas, en el futu- ro, cuando se pueda, pero no creo que se vayan a dar muchos cambios». En el Carnaval del Concurso del Falla, en este año de suspensión se ha creado un debate sobre la necesidad de ajustar el certemen aprovechando la pausa for- zada por la alerta sanitaria. La calle, aque- jada también de una notable masifica- ción, evita caer en esamisma discusión, no la cree necesaria. Todos los preguntados admiten la gran cantidad de grupos en las calles, a ratos problemática, pero rechazan cualquier opción de regular de cualquier forma por ser contrario a la naturaleza del Carnaval de la calle. Confían la suerte de este fe- nómeno deslumbrante al respeto común, a la complicidad entre grupos. Fernán- dezMiró, en cambio, semuestra crítico: «Hace algunos años que no salgo de ro- mancero. La calle estámuy complicada». Y lanza un aviso, casi una pregunta: «O nos organizamos nosotros o tendremos una anarquía impuesta desde fuera».

mite sinvacunaque loestá llevando«mu- cho peor de lo que imaginaba. Pensé que al quedarme enMadrid iba a distanciar- me de la tristeza, pero fatal. Mi marido y yo vagamos por la casa como almas en pena... Un desastre». Aunquematiza que la pena chirigote- ra es absolutamente secundaria: «Es im- posible disociar cualquier suspensión o aplazamientodel dolor de este drama que estamos viviendo. Se acumula todo.Creo que ninguno nos esperábamos llegar así a este febrero. Sabíamos que iba a haber restricciones, que seguiríamos conmas- carillas, perono pensábamos que íbamos a estar, casi, enel puntodepartida. La tris- teza de habernos quedado sin Carnaval simboliza la pérdida de la pura alegría de vivir. Es global, claro, no solo deCádiz». «Estoy viviendo todos estos días con la tristeza que tiene uno en el corazón el lunes que sigue al domingode piñata:me- lancolía, paso del tiempo, añoranza... Esto es como una inmensa resaca, pero sinha- ber estado de fiesta», resume. Y cuandopodamos ¿Quévendrá? Por pura supervivencia psicológica, es imposible mirar al futuro, el Carnaval de 2022, o el de 2023, pisar las calles nue- vamente... En el apartado de la esperan- za, también impera la sensatez. «La ver- dad es que a estas alturas yo estoy ya en ‘modo Las Grecas’: prefiero no pensar, prefiero no sufrir», afirmaAlbandoz so- bre lo que vendrá.

Alejandro Leiva cree que «el Carnaval de la calle saldrá de esta suspensión tem- poral como entró. No va a estar nimenos ni más masificado. No va a ser mejor ni peor que otros años en la calidad de sus repertorios. Por lomenos en cuanto a sus agrupaciones. Eso sí, el primer Carna- val que se pueda disfrutar va a tener los efectos colaterales de todo lo que se ha prohibido y luego se permite, como cual- quier fiesta postpandemia. A ver quién se va a acostar en esa semana…». Ana López Segovia se queda con la en- señanza de que «si algo hemos aprendi- do de todo esto es que no sirve de nada hacer planes. No tengo ni idea de cómo estaremos en 2022, me da miedo hasta imaginarlo. Saldremos como tengamos «La tristeza sólo ocurre cuando algo desaparece para siempre y no es el caso. Nos desquitaremos» «La calle no va a ser mejor ni peor cuando vuelva el Carnaval, al menos en cuanto a las agrupaciones»

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