ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020

tar saetas que se te ponía el vello de punta. Nos sentía- mos privilegiados», rememora. Así estuvieron hasta el 1975, cuando la banda se disolvió por fuerza mayor. Los componentes se fueron a la banda de la Guardia de Franco. Entonces pasaron de tocar casi todos los días en Córdoba a hacerlo solo dos, puesto que las salidas las asignaba la Agrupación de Cofradías. A ellos les adjudi- caron el Cristo de Gracia «que era, en cierto modo la nues- tra», y el Descendimiento, que era la de Rafael Salinas, presidente de la Agrupación de Cofradías . Ese año, en el que tenían que acompañar al Cristo de Gracia, también firmaron para acompañar a Nuestro Padre Jesús Caído de Fernán Núñez, y allí estuvieron más de treinta años. De allí recuerda una anécdota: «La condición era to- car al Cristo de Gracia cuando cambiamos de banda, pero firmaron también con el Caído en Fernán Núñez. Ese paso salía a las ocho de la tarde el Jueves Santo y el Cristo de Gracia a las nueve. Acompañamos al Caído apenas una calle y nos fuimos para el Cristo de Gracia. Cuando llega- mos, pillamos al Cristo en San Pablo, antes de la carrera oficial. A la altura de la Telefónica le tocamos la marcha Real y me volvieron el Cristo hacia la banda, algo que aho- ra muchos niegan, aunque por suerte todavía vive gente que lo recuerda». Fue en ese verano, el posterior a la Semana Santa de 1975 cuando Antidio Cabal se desplazó hasta Fernán Nú- ñez para resolver la situación con la hermandad del Caí- do: «Yo había quedado enamorado de ese Cristo y quería volver. Le di la posibilidad de que cambiasen la hora de salida y lo sacaran por la mañana. Les prometí que si lo hacían, mi banda jamás le faltaría un Jueves Santo. Y allí estuvimos tocando hasta que la banda se disolvió en 2012». En aquellos años se interesó por esta banda José Már- quez Ortiz, hermano mayor del Niño Perdido de Estepa. «Era un enamorado de las bandas y él me trajo un disco de vinilo de la primera banda mixta que conocí enmi vida, la de la Guardia Civil de Eritaña (Sevilla)», dice. Era el pre- cedente de las actuales agrupaciones musicales. Le gus- taba mucho esa música, pero «no la podía tocar porque había muchos instrumentos que no tenía». Había cam- panas y gaitas y la música era muy melódica. José Már- quez le animó a sacar esas marchas y así se hizo. «Luego esas melodías las registramos en un disco porque yo sen- tía la necesidad de homenajear a don Enrique León», el cofrade de Cristo de Gracia, que tanto le ayudó. Ese dis- co llegaría mucho después, casi en la década de los 90. Con la influencia de la banda de Eritaña, la formación de Antidio se inició en su breve paso por la época en la que se puede catalogar como de agrupación musical. Sa- caron «Campanilleros» y luego incorporaron también «Alma de Dios» e incluso compraron xilófonos para po- der tocar estas marchas. Ese cambio en el estilo musical hizo también que la gente comenzara a acudir a los en- cierros de las procesiones. «Hasta entonces no iban, pero empezaron a venir. Luego esto se consideró música fol- klórica y eso hizo que los periodistas de entonces, que eranmuy pocos, por no decir uno solo, nos criticaran por- ∑∑∑

Antidio Cabal, ante la iglesia de Nuestra Señora de la Fuensanta (arriba), y como jefe cornerta en el Huerto (abajo)

VALERIO MERINO

dona a tu pueblo», «Ave María», o «Unmandamiento nue- vo». Las personas con más formación de la época, dice, se referían a ellos en un tono algo despectivo. Había pocas bandas de ese estilo. Cada una tocaba lo que podía y como podía. Esta de los Trinitarios acompa- ñaba a muchos de los pasos que salían en la ciudad y era una de las grandes referentes en todos los sentidos, aun- que las bandas no tenían ni el tirón ni el interés que tie- nen ahora. «A encerrar al Cristo de Gracia llegábamos so- los. La plaza estaba vacía y la bulla no estaba inventada. Cuando llegábamos allí, María La Talegona se ponía a can- «En el 61 entonábamos marchas que nada tienen que ver con las de ahora; Mezclábamos notas largas con cortas, altas con bajas y pianos con fuertes»

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ANTIDIO CABAL: «POR MÁS MÚSICOS QUE TENGAN LAS BANDAS, NO HAY SENTIMENTO»

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