Gurme Cádiz N11 Invierno 2021
ENTREVISTA
La Bohemia, tu bar para pasar el día libre. ¿Por qué? Porque me gusta hasta el nombre. Los dueños, además, son un poco bohemios, y yo también a mi manera. Me encanta el trato con ellos y el hecho de que sea una familia, desde la cocinera hasta el camarero. Desde que vivo en esta zona es mi bar de referencia, donde me reúno con mis amigos y también con algún familiar que vive cerca. Sin duda. Justo antes de que nos confinaran en marzo de 2020, yo venía de un viaje muy largo, desde Filipinas y Japón. Cuando llegué anunciaron el cierre obligado, así que le dije a mi mujer que bajáramos a La Bohemia a tomar un Tío Pepe. Le dije a Antonio que lo sentía mucho y le prometí que la primera copa que me tomara en un bar cuando nos lo permitieran, iba a ser allí. Y así fue. Vinimos a comer y celebrar la apertura, así que aquí me tomé la última copa antes del confinamiento y la primera tras el mismo. ¿Te resulta extraño estar fuera de la bodega? Bueno, cuando estoy aquí me siento en casa. Vivo en un residencial que era una antigua bodega, por lo que de alguna manera sigo viviendo en una. Y si te das cuenta, estamos rodeados de antiguos cascos de bodega. Enfrente tenemos lo que era Valdespino, y por detrás está Garvey. Aquí me siento muy a gusto, me relajo y disfruto de lo que a mí me gusta, que es el vino de Jerez. ¿Entonces aquí se habla mucho de vino, no? Sí, aquí hay unas reuniones increíbles. Una muy concreta de jubilados de bodegas, que se reúnen todos los miércoles, y creo que si pudiéramos contar todas las botas que se han bebido entre todos, sumarían unos cuantos cientos de botas. ¿Y con Antonio, qué relación tienes? Prácticamente la de un amigo. Por desgracia, no tengo demasiado tiempo para disfrutar ¿Tendrías ganas de que abriera tras la pandemia, verdad?
al mediodía de un bar porque estoy prácticamente todo el día en la bodega. Pero tenemos una relación muy cariñosa, de respeto. De él me encanta cómo trata al vino de Jerez, con el catavino alto y su botella por delante, sin traer las copas servidas. Eso da mucha confianza. ¿Cuáles son tus platos preferidos de La Bohemia? Los guisos que hace su mujer son increíbles. Desde el ajo, ahora que estamos en temporada, y las tagarninas, a los arroces, que también
que más se habla en prensa y redes sociales, y eso se nota en eventos como la International Sherry Week, en la que no he parado de dar catas. Me estoy mal acostumbrando porque han sido en streaming y me va a costar mucho volver a viajar. En dos días di catas en Finlandia, Holanda, Inglaterra, Bélgica, Estados Unidos, Malasia, China, Singapur, y después en Texas, en el Texsom. ¿Puede ser esa una consecuencia positiva de la pandemia? La pandemia está teniendo cosas muy negativas, pero también nos ha dado la oportunidad de reinventarnos. Nos hemos dado cuenta de que a través de las redes sociales y con los medios técnicos de los que disponemos hoy en día, se puede llegar a cualquier sitio del mundo. Nada más comenzar la pandemia, el Sherry Master lo adaptamos y lo impartimos online, aunque
este año ya ha vuelto a ser presencial con una buena acogida. Has hablado de gastronomía y vino. También de Pitu Roca. ¿Qué papel crees que ha jugado en la difusión de los vinos jerezano? Muchísima, sin duda. Él mismo dice que si no hubiese nacido catalán, le habría encantado ser jerezano. Yo creo que hasta terminará comprándose una casa aquí. Pitu es una persona con una sensibilidad especial, y que además vive Jerez porque lo ha vivido desde niño. Su familia tiene un bar en un barrio de emigrantes en el que trabaja su madre, donde fundamentalmente había muchos andaluces. Él era camarero de vinos, como le gusta decir, y escuchaba flamenco, vivía Andalucía de una manera muy profunda. Nos lo ha devuelto por mil, sin duda es el mejor embajador de los vinos de Jerez.
los borda. También la ensaladilla, que es muy complicada aunque parezca una tapa sencilla, y que podríamos decir que es el plato estrella de La Bohemia. ¿Cómo has vivido la vuelta a cierta normalidad, caso de la celebración de la Copa Jerez? Con mucha intensidad y con mucha emoción. Además, un gran amigo como es Pitu Roca me dedicó unas palabras en el Teatro Villamarta que casi me hacen llorar. Hemos tenido muchas actividades y eso se agradece. La cena de clausura la dimos en González Byass, y allí tuve la oportunidad de dirigirme a todos. Fue muy emocionante. ¿Cuál crees que es el éxito de los vinos de Jerez? Indiscutiblemente, haberlo unido a la gastronomía. Hoy en día es el vino español del
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